González cree que el teniente Bárez ha sido víctima de "un montaje" en el 'caso GAL'

El secretario general del PSOE, Felipe González, no quiere que quede en el olvido la situación vivida por el teniente de la Guardia Civil. Lorenzo Bárez, detenido en noviembre pasado como supuesto inductor de la agresión sufrida por el testigo protegido 1964/S del caso Lasa-Zabala, el sumario que investiga el secuestro y asesinato de José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala en 1983, uno de los primeros crímenes de los GAL.Bárez se reincorporó un mes después de su detención a su puesto como jefe de seguridad de la embajada de España en Guatemala sin que se supiera más del asunto. González considera ahora que, en el fondo, todo "ha sido un montaje" y que nadie le ha librado del "`vilipendio y el escarnio". "`Desaparecido ya el morbo, a nadie le importa haber destrozado a un hombre", reflexiona.

El Grupo Parlamentario Socialista preguntará en el pleno del Congreso de la próxima semana a Jaime Mayor Oreja qué ha pasado con la investigación que, según prometió, iba a tener preparada en 48 horas. La cuestión planteada será: "¿Cuándo piensa el ministro del Interior hacer público el informe comprometido hace seis meses sobre la presunta agresión al testigo protegido 1964/S?".

En noviembre pasado todos los grupos se conmovieron ante la denuncia de un testigo protegido, víctima presuntamente de un apaleamiento y una violación en San Fernando (Cádiz) apenas unas horas después de que Interior hubiera iniciado los trámites para asignarle protección. El testigo prestaba su colaboración al juez del caso Lasa-Zabala.

A resultas de la denuncia fue detenido en Guatemala el teniente Lorenzo Bárez, destinado en aquel país como responsable de seguridad de la Embajada española. Tras una primera declaración en España ante Liaño, Bárez quedó en libertad sin fianza, aunque durante unos días tuvo que presentarse en el juzgado. A primeros de diciembre, se reincorporó a su destino después de que el juez levantara las medidas cautelares.

Todos los grupos pidieron a Mayor que investigara el asunto hasta el final, a lo que se comprometió el ministro. Mayor incluso señaló en el Congreso el 11 de noviembre que iba a ser "implacable" en la indagación y que la respuesta sería "fulminante" si las agresiones las habían ocasionado agentes de su departamento. "¿Qué ha pasado con el supuesto testigo supuestamente protegido y con el teniente de la Guardia Civil cuyo nombre fue vilipendiado y públicamente escarnecido?", pregunta el líder de la oposición en conversación con dirigentes de su partido.