Acuerdos económicos bajo el fuego cruzado

La II Conferencia Euro-Mediterránea se desarrolla en dos escenarios distintos. En uno, los europeos intentan desempeñar un papel mediador en el fuego cruzado árabe-israelí. En otro, más oscuro, pero igualmente importante, europeos, israelíes y árabes intentan mantener a flote e, incluso, avanzar en una serie de acuerdos de política económica y social, que son los que constituyen el núcleo duro del proceso de cooperación entre la UE y la ribera sur del Mediterráneo iniciado en Barcelona hace 17 meses.La importancia de este segundo escenario quedó ayer de manifiesto cuando, entre declaraciones políticas de alto voltaje, los representantes de la Comisión proseguían sus negociaciones de tipo económico o Financiero con los miembros de las delegaciones árabes. O cuando los propios ministros de Asuntos Exteriores árabes aludían en sus discursos de apertura a cuestiones tan directas como la necesidad de aumentar sus exportaciones agrícolas o la exigencia de cambiar deuda por inversión.

Pese al ambiente de crisis que rodea esta Conferencia, nadie ha puesto en duda su continuidad. Los negociadores árabes han combinado en todo momento elogios al papel de la UE en el área mediterránea con solicitudes concretas en los capítulos económico y social y, sobre todo, han reafirmado su creencia de que este foro puede resultar básico para lograr, a medio plazo, una mayor interrelación económica entre ellos mismos.

La Unión Europea ha recibido "críticas fundadas", según palabras del comisario Manuel Marín, por el retraso con el que negocia los acuerdos de cooperación bilaterales. Marín aseguró que el acuerdo con Jordania podría consensuarse hoy mismo y que la Conferencia daría también un, impulso a las negociaciones con Egipto y con Siria.