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Reportaje:

Italia prepara la escuela del siglo XXI

Eco, Tabucchi y Muti, en la comisión que redefine la enseñanza del futuro

Más ética, más tecnología y tiempo para la música, pero el latín permanece. En Italia se deberá estudiar el producto interior bruto y los sistemas políticos y electorales, pero el inglés y la filosofía serán obligatorios para todos los estudiantes, sea cual sea el camino que hayan elegido. Los italianos preparan el adiós a la escuela de élite. Los sabios convocados por el ministro de Educación, Luigi Berlinguer, para que indiquen qué se debe estudiar en la escuela del año 2000 han elaborado una síntesis de los saberes fundamentales para la vida. El semiólogo Umberto Eco, el cardenal Tonini, el músico Riccardo Muti, la científica Levi Montalcini, el periodista Eugenio Scalfari, los escritores Claudio Magris y Antonio Tabucchi y otras 29 personas han establecido lo que deben estudiar los escolares cuando se sienten en sus pupitres en el tercer milenio.Éstas son algunas de las novedades en lo que se refiere a principios, disciplinas, libros y tecnologías: elementos de filosofía en todas las especializaciones académicas, de forma que incluso los estudiantes de las ramas profesionales y técnicas actuales tendrán que reflexionar sobre los interrogantes fundamentales de la identidad y del estar en el mundo; más atención al idioma italiano hablado y escrito; revisión de la educación cívica y estudio de las ciencias sociales en los años de escolarización obligatoria. Pero, sobre todo, la escuela del futuro deberá "educar para la democracia", algo básico, dado que la última reforma educativa se produjo con el fascismo.

El documento de la comisión, que se divulgará a finales del mes de abril, es una propuesta sobre cuya utilización deberá decidir el ministro de Educación. Mientras tanto, los sabios serán recibidos por el presidente de la República, Oscar Luigi Scalfaro. Éstas son algunas líneas directrices:

El trabajo. El trabajo es un derecho, pero, en la sociedad del tercer milenio, este derecho hay que ejercerlo no con la exigencia de "una colocación estable y de una renta", sino con la percepción de una fuerte responsabilidad individual, recogiendo y promoviendo oportunidades. Es necesaria una mayor preparación para que prolifere la capacidad empresarial y el trabajo autónomo.

El liceo clásico. La reflexión cultural debe ser un factor común de la escuela para todos los alumnos. Es necesario mejorar la formación de base y convertir al liceo en un recorrido educativo como los demás, dotado de una especificidad propia, pero plenamente liberado de sus antiguos privilegios.

Italiano escrito y hablado. Se edicará una atención especial a la comprensión y la elaboración del discurso hablado y escrito; se concederá una prioridad absoluta al uso de la palabra y a la capacidad de escribir correctamente en italiano. La tradición retórica propia de la cultura italiana no es precisamente una buena base, como no lo es tampoco una aceptación acrítica de las tendencias lingüísticas de los medios de comunicación social.

Ciencias sociales. Espacio, también en el último bienio de la escolarización obligatoria, para las ciencias sociales. Se afrontarán temas como el producto interior bruto, el déficit, los sistemas políticos y electorales, el desarrollo económico-social, el lenguaje y la comunicación. No se trata de introducir un abanico de nuevas y viejas materias, sino de desarrollar una enseñanza de las ciencias sociales dispuesta en bloques temáticos.

Educación cívica. Revisión global de la educación cívica, con mas peso en la evaluación escolar. Se deberá desarrollar incluso con el estudio comparativo de textos de gran importancia civil (filosóficos, jurídicos o religiosos), favoreciendo en los niños una "navegación móvil" a través de las múltiples visiones sobre las que se organiza actualmente la sociedad.

Filosofía, ética y bioética. En la fase posterior al periodo de escolarización obligatoria es necesario pensar en una enseñanza de elementos de filosofía para todos, cualquiera que sea la especialización elegida por el alumno. Esto no significa que se extienda la Historia de la Filosofía a las escuelas que no sean específicamente humanistas, sino que hay que pensar en algo que sea válido para todos; es decir, para los jóvenes de los institutos técnicos y profesionales de la actualidad. Se propugna una revisión de las ideas fundamentales que sirva para la construcción de su identidad y para la reflexión sobre su forma de estar en el mundo. Por tanto., se incluirán temas de ética, de justicia, de bioética y de medicina.

Artes sonoras y visuales. Hay que denunciar y cambiar la condición marginal en la que se encuentran las artes sonoras y visuales, porque constituye una actitud de autolesión, teniendo en cuenta la gran proyección mundial de la cultura italiana.

El latín. Es necesario analizar la posibilidad de ampliar el estudio de la lengua latina incluso en aquellos sectores escolares que no tienen como objetivo específico el estudio de la antigüedad, pero sí la pura formación lingüística y el buen uso del italiano escrito y hablado.

Libros y nuevas tecnologías.

Es necesario simplificar los libros de texto. Los libros, que siguen siendo insustituibles para estudiar, estarán complementados con otros instrumentos multimedia, que podrán motivar más a niños y a jóvenes porque no tienen ese "olor de colegio" de los libros convencionales.

Profesores. Hay que convertir la enseñanza en algo deseable social y culturalmente mediante una oferta de incentivos ecónomicos y mayores posibilidades de mejora en la carrera.

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