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Huelga general en Nicaragua a favor de la reforma agraria sandinista

La detonación de un artefacto casero a las diez y media de la noche del domingo señaló el inicio de la jornada de protestas campesinas que había organizado para ayer el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). La policía nacional ocupaba Managua desde el mediodía, pero eso no evitó que se levantaran barricadas. El carácter pacífico de la jornada fue la gran sorpresa y, la intención de que las protestas sean de duración indefinida, la gran novedad.Las fronteras norte y sur y las principales carreteras de Nicaragua quedaron completamente cerradas desde el domingo por la mañana. Los esfuerzos del FSLN se volcaron en los departamentos productores del país. Arboles, coches viejos, ruedas quemadas, piedras, adoquines... todo fue de utilidad para los manifestantes a la hora de cerrar el paso a los camiones cargados con arroz, frijoles, leche o carne. La intención final: desabastecer los mercados de Managua para forzar al Gobierno a aceptar la reforma agraria hecha en tiempos del sandinismo (1979-1989) y a paralizar la política económica.

"Esto no es una asonada. Es lo que nos obliga a hacer el hambre", dice un campesino de Masaya (30 kilómetros al sur de Managua) que tiene un salario de 250 pesos al mes (unas 2.800 pesetas). Otro productor, esta vez de Boaco (50 kilómetros al noreste de la capital), se queja del "tinte político que se le ha dado a esta protesta cuando es campesina". "Si solucionan el problema de la propiedad y dan créditos, en cuatro años Nicaragua vuelve a ser el granero de Centroamérica". En las barricadas no había símbolos del Frente, sino banderas de Nicaragua, y los manifestantes insistían en que el FSLN sólo les apoyaba. Sin embargo, dirigentes de esta formación de oposición anduvieron toda la jornada coordinando a los manifestantes.

El impacto de la protesta en Managua ha sido menos fuerte de lo que se esperaba. Oficinas públicas, escuelas y universidades funcionaron con normalidad. El sector que secundó mayoritariamente este paro fue el del transporte público, ya que la mayoría de las cooperativas de autobuses y taxis están controladas por el FSLN.

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