_
_
_
_

Una nota de Manglano que favorece a González seguirá secreta porque no la reclamó Garzón

Miguel González

"Asunto: Condecoraciones. Resolución: Pte. fecha". La anotación, manuscrita por el ex director del Cesid, Emilio Alonso Manglano, figura en la hoja de despacho de fecha 24 de octubre de 1984, uno de los llamados papeles del Cesid cuya desclasificación parcial ha decidido el Tribunal Supremo. Sin embargo, este apunte, que aclararía definitivamente que la abreviatura "Pte." significa "pendiente" y no "presidente", como pretenden quienes quieren imputar al ex presidente Felipe González, seguirá siendo oficialmente secreta, ya que Garzón no ha pedido que se desclasifique.

La decisión del Tribunal Supremo de levantar el secreto de 13 de los papeles del Cesid no afecta a la versión íntegra de dichos documentos, que los magistrados tuvieron la oportunidad de examinar, sino sólo a aquellos párrafos que han sido solicitados por los jueces. La contradicción radica en que la propia sentencia reconoce que las partes que no han sido reclamadas, y en consecuencia seguirán secretas, resultan fundamentales para su correcta interpretación.El caso más espectacular es el documento número 14, la nota de trámite interno de 16 de noviembre de 1983, un mes antes del primer atentado mortal reivindicado por los GAL, que ha sido desclasificado a petición de Garzón para incorporarlo al sumario del caso Oñederra. La nota se refiere a la creación de una base logística en el sur de Francia y propone como "objetivos concretos" a una serie de etarras.

"Debemos hacer la aclaración", señala la sentencia del Tribunal Supremo, "de que su contenido se completa con un último párrafo, cuya desclasificación no ha sido interesada por el juez de instrucción, y que quizá podría tener alguna incidencia en el sentido en que haya de ser interpretado".

Este último párrafo, de no más de seis líneas, que por razones desconocidas no reclamó el juez, aclara, según fuentes que han tenido acceso al documento completo, que se está refiriendo a "actividades informativas", para cuya realización anuncia el próximo desplazamiento de dos agentes del Cesid al sur de Francia.

'Kaiku' y no 'Kaitu'

La transcripción que hizo Garzón de este documento contiene, además, una significativa errata: incluye en la lista de etarras a un tal Kaitu, lo que se interpretó como Kattu -es decir, Ramón Oñederra-, y dio pie a que El Mundo afirmase que el Cesid fijó "corno objetivo" a la víctima de los GAL un mes antes de su asesinato. Sin embargo, en el documento que vieron los magistrados del Supremo no pone Kaitu, sino Kaiku. Se trata, según fuentes policiales, del alias de otro etarra, Santiago Zapirain, que todavía vive.La omisión más relevante políticamente afecta a la abreviatura "Pte.", que figura en la hoja de despacho de 28 de septiembre de 1983, adjunta a la nota que avisaba del inicio de acciones violentas contra ETA en el sur de Francia.

En su declaración ante Garzón, el ex jefe de la Agrupación Operativa del Cesid, Juan Alberto Perote, sostuvo que el acrónimo "Pte." quería decir "presidente", por lo que la anotación "Me lo quedo Pte. para el viernes", manuscrita por Manglano, significaba que iba a informar ese viernes a Felipe González del comienzo de la guerra sucia. Manglano aseguró, por el contrario, que "Pte." significaba "pendiente", por lo que su traducción correcta era que la nota estaba pendiente para el despacho del viernes siguiente con el propio Perote.

La sentencia del Supremo advierte que, "a la interpretación del significado de la abreviatura utilizada en el [documento] 7-g) [Pte.], puede coadyuvar algún apunte del [documento] 16-o) en el que también es utilizada y cuya desclasificación no ha sido pedida".

Este "apunte" es el que figura en la hoja de despacho de 24 de octubre de 1984 en la que, como en todos los documentos de este tipo, hay dos columnas, una bajo el epígrafe "Asunto", que se refiere sucintamente al contenido de la nota a despachar, y otra bajo el epígrafe "Resolución", en la que Manglano escribía de su puño y letra su decisión. En este caso, el asunto es "condecoraciones" y la resolución, "pte. fecha".

No parece normal que el director del Cesid tuviese que despachar con el presidente del Gobierno las medallas para sus agentes, ni tampoco tendría sentido la expresión "Presidente fecha". En cambio, la frase "Pendiente [de] fecha", referida a la concesión de condecoraciones, parece más lógica.

Fragmentos aislados

Sin embargo, como en el caso anterior, el Supremo se limita a llamar la atención sobre un aspecto que se mantiene secreto y, en consecuencia, no será tenido en cuenta como prueba.Lo mismo ocurre con los documentos numerados por Garzón como 5-e) y 18-q) que, según advierte la sentencia, "son partes desgajadas de un único documento mucho más amplio", la nota de trámite interno de 19 de diciembre de 1984.

Los magistrados del Supremo admiten que, "por congruencia procesal", se limitan a "desclasificar lo interesado por el juez de instrucción", a pesar de que, agrega la sentencia, "la plenitud de su correcta interpretación probablemente dependería de que sea visto íntegramente pudiendo, por eso, ser insuficientes para su definitiva valoración penal las partes interesadas por el juez".

En efecto, el documento completo ocupa media docena de folios, de los que Garzón sólo reclama el párrafo primero y la parte final. Es en ésta donde se menciona, bajo el título "posibilidades", la realización de una "acción física sobre un objetivo a designar". Lo sorprendente es que la "acción física" se cite como mera posibilidad en un texto titulado "Informe sobre actividades que han venido desarrollándose en el sur de Francia durante l984", y que está fechado el 19 de diciembre de ese ano, cuando los GAL ya habían asesinado a 11 personas en el sur de Francia.

El resto del documento, según quienes lo han examinado, sólo relata actividades informativas y alude a los GAL -es la única referencia expresa en los papeles del Cesid a este grupo terrorista, por lo que resulta extraño que el juez no la pida-, como un elemento que dificulta la labor de sus agentes en el sur de Francia, aunque les reconoce el mérito de haber acabado con el sentimiento de impunidad de ETA.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_