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Los fiscales italianos critican la decisión de excarcelar al capo mafioso De Falco

Nunzio de Falco, el capo de la Camorra napolitana puesto en libertad provisional por el juez Javier Gómez de Liaño, abandonó la prisión madrileña de Alcalá-Meco la noche del pasado lunes tras depositar la fianza de cinco millones de pesetas impuesta por el magistrado. "Me parece de locos" declaró ayer Lucio di Pietro, teniente fiscal de la Dirección Nacional Antimafia (DNA) italiana, al conocer que De Falco, Lupo, había sido puesto en libertad en España. El recurso de la Fiscalía Antidroga se cruzó con la fianza del mafioso.

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La Fiscalía Antidroga presentó el lunes por la mañana un recurso contra la libertad de Nunzio de Falco. Ayer, 24 horas después, se enteró de que el capo había salido de prisión al recibirse la notificación de Gómez de Liaño sobre el depósito de la fianza.Fuentes de la Audiencia Nacional subrayaron ayer que Gómez de Liaño "no había hecho nada" desde que se hizo cargo de la causa. "El juez Carlos Bueren había pedido a los italianos estar presente en los interrogatorios de unos arrepentidos de la Camorra en Nápoles. A Gómez de Liaño se le hizo ver la importancia de ir allí, pero él dijo que no iba a desplazarse dado el volumen de actuaciones de su juzgado. Fueron dos fiscales antidroga, pero no el juez", añadieron.

Di Pietro, uno de los magistrados del equipo que coordina la lucha contra la Mafia, estuvo recientemente en Madrid con el teniente fiscal de Nápoles Federico Cafiero de Raho para interrogar a De Falco. "Fuimos en virtud de una rogatoria internacional, después de que se nos negara la extradicción de este detenido porque también se le perseguía en España", recuerda.

"El interrogatorio fue bien, y los magistrados españoles fueron muy simpáticos con nosotros", afirma el teniente fiscal de la DNA, que no se queja de la cooperación que ha tenido por parte "del juez Bueren, primero, y luego de otro magistrado de la Audiencia Nacional" cuyo nombre no recordaba.

Sobre "la catadura" de Lupo, que en Italia está investigado también por asociación mafiosa, Di Pietro es claro: "Es uno de los jefes y personaje más destacado del clan de los Casalesi, que dirigió Antonio Bardellino hasta que murió asesinado. El clan se dividió, y De Falco está hoy enfrentado con los Casalesi".

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Una "pésima sorpresa"

¿Hará algo la justicia italiana, visto el cariz que está tomando en España el proceso contra De Falco? "No lo puedo saber todavía. Leeremos la orden de concesión de la libertad bajo fianza por parte de la Audiencia Nacional, y actuaremos en consecuencia", responde Lucio Di Pietro.Federico Cafiero añade, por su parte: "Nunzio de Falco es un elemento de primer orden en el ámbito de la organización camorrista. De hecho, fue un exponente capaz de sacar adelante el único grupo que ha contestado el poder absoluto de los Casalesi en la provincia de Caserta. Por ello, esta noticia de su liberación es una pésima sorpresa".

El fiscal napolitano teme que, siendo De Falco una persona que dispone de recursos económicos importantes, se puede pensar que logre recomponer un grupo criminal que se consideraba liquidado por los enfrentamientos con los Casalesi".

La operación Goya, de noviembre de 1995, puso de manifiesto que los De Falco habían logrado imponer en Granada un control absoluto sobre la distribución de heroína, que importaban de Italia. Apoyándose en pizzerías que utilizaban para su mercado ilícito, estos fugitivos de la justicia italiana buscaron, según fuentes próximas a la investigación, contactos con la delincuencia colombiana para importar cocaína en su país.

Junto a De Falco, fue detenido en Granada Giuseppe Quadrano, acusado de ser el asesino del sacerdote italiano Peppino Diana. Los fiscales de Nápoles no han implicado a Nunzio De Falco en ese homicidio. En la actualidad, sólo están en la cárcel tres de los 30 detenidos en relación con la operación Goya: Francesco Piazzenti, en Almería; Antonio González Hernández, en Alcalá-Meco; y Fernando González Barrales, en Jaén.

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