TOQUE DE RETRETE
Trabajadores de la empresa De Longhi, de Treviso, líder en el sector del aire acondicionado, han decidido presentarse en la fábrica provistos de enormes pañales, después de que la dirección notificara que tienen que pedir permiso levantando la mano siempre que quieran ir al retrete, adonde no pueden ir más de dos veces al día. La empresa ha establecido dos pausas de siete minutos, una matinal y otra vespertina, para el desfogue fisiológico de sus empleados, estableciendo que el que sea pillado haciendo sus cosas en el baño fuera de tiempo será sancionado, e incluso podrá ser despedido. El objetivo de la medida es reducir los tiempos muertos y las sustituciones necesarias cuando alguien se ausenta, aunque sea para veloz desahogo. Los sindicatos han convocado dos horas de huelga a favor de la libertad de orina porque, según el representante Antonio Bianchini, las pausas fisiológicas son un derecho de los trabajadores, y hay chavales con contratos temporales que no se atreven a levantar la mano, aunque estén ya encorvados y con las rodillas juntas. "El señor De Longhi bien que va al baño siempre que quiere", ha puntualizado una empleada. No consta que a la empresa, que parece estar en todo y ser capaz de regular la micción a toque de silbato, se le haya ocurrido la instalación de orinales a pie de tajo, lo que evitaría la pérdida incluso del tiempo laboral que supone levantar la mano -ya que mientras tanto sólo se trabaja con la otra- y mantendría hecha un primor productivo la cadena de montaje.-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.