"Con la música sobra Dios"
Teddy Bautista, presidente del Consejo de Dirección de la SGAE
Sería inexacto, infame, inicuo, decir que este agitador de músicas y mundos, líder de un grupo que se llamó Los Canarios, cantante y compositor, arco iris él solo de todas las estrellas mundiales del último cuarto de siglo, zumo puro siempre del segundo que va a empezar, supermercado de inteligencias..., sería canallesco decir, a secas, que es el Presidente del Consejo de Dirección de la Sociedad General de Autores de España (SGAE). Y lo es también: es él, sólo con los suyos, un orfeón wagneriano y electrónico que hace de la, SGAE una caja fuerte de 25.000 millones de derechos de autor, y que, el jueves inmediato, orquestará la primera entrega de los Premios de la Música en una velada que reformulará la historia de la música española.Pregunta. ¿Con la música sobra Dios?
Respuesta. Con la música sobra Dios.
P. ¿Comió carne el último Viernes Santo?
R. No, porque mi suegra estaba en casa, ¡y es tan buena!
P. ¿Es músico felipista, gubernamental o panadero de lujo de todos los hornos?
R. Panadero de lujo...
P. El otro día, Serrat se dijo cubano y la Jurado se dice chipionera y tonadillera: ¿qué premio le concede al cubano?
R. Dos: el premio a la dignidad y el de la resistencia.
P. ¿Le enamora la tonadillera?
R. Pues no.
P. ¿Un bar cualquiera con música de tele es lugar de vicio?
R. No.
P. ¿Y por qué pretende, la SGAE cobrar 20.000 pesetas al año por la música a cerca de trecientos mil bares del país?
R. Porque hay un montón de autores, con o sin vicios, que tienen que vivir.
P. Este espacio de cada domingo detesta mencionar el dinero, pero una vez... : ¿a la dicha generosa ízquierda y a la dicha canallesca derecha se les nota en esta casa a la hora de la verdad..., cobrar dinero, vaya?
R. No, nada.
P. ¿Los taxis, peluquerías y autobuses pagan su música?
R. No.
P. ¿Por qué?
R. Buena pregunta ésa.
P. ¿Qué es el dolor de cabeza?
R. Una llamada visceral.
P. La SGAE es un monopolio que canta y llora la alegría de vivir: ¿creará el Gobierno una plataforma paralela?
R. No tiene necesidad.
P. ¿Hay aún alguna gramola que cobre derechos de autor?.
R. Hay gramolas electrónicas que pagan a la SGAE?
P. ¿Se puede decir que el tocadiscos ha servido más a la música o a los guateques, abortos y demás letanías sexuales?
R. Más a la convivencia...
P. ¿Envidia el Banco de España?
R. ¡Qué pregunta!
P. ¿La música es de interés general?
R. Sí, más aún, de sanidad general.
P. ¿La leche de vaca es de interés particular?
R. No, de interés general.
P. Acabo de leer que Jesucristo fue. Jesucristo porque fracasó como pre-Teddy Bautista: ¿no será usted Jesús de Nazaret?
R. Hay una vuelta a la moralidad, está claro; yo no espero ser un referente.
P. ¿Se atreve a negar a Michael Jackson?
R. Me atrevo a cuestionarlo empaquetado como lo venden.
P. ¿Fue usted quien dijo que el rock necesitaba un ministro?
R. Sí, para provocar.
P. ¿Por qué hoy no interesa la zarzuela, sobre todo a los medios de comunicación?
R. El problema es de los medios de comunicación.
P. ¿Le duerme la sección de cultura de esos medios?
R. Me duerme su lenguaje.
P. ¿El agua cantarina de los riachuelos y el estruendo de las cataratas pagan a la SGAE?
R. No, es una lástima.
P. ¿Y llegarán a pagar los que cantan al afeitarse?
R. A ésos hay que pagarles para que no canten.
P. ¿Difieren la música y los chorizos?
R. ¿Qué chorizos...?
P. ¿Qué es la música de las esferas?
R. Aflorar la secreta simetría que tienen los sonidos: es decir, el caos como preámbulo.
P. ¿Qué es la música para dormir a los niños?
R. Recrear los sonidos del umbral materno.
P. Pregúntele usted algo a la música...
R. Le diría: "¿Por qué se ha rendido a la religión?".
P. ¿Por qué no le han hecho doctor honoris causa ni de una semifusa de un pentagrama de tamaño natural?
R. ¡Ay que gracia!
P. Se murmura que la Obregón engordó unos kilos: ¿no tiene eso algo de música sacra?
R. Es una pregunta que no puede tener respuesta.
P. ¿Sería negocio un disco mitad cantado, mitad rezado, por Fraga?
R. Más que negocio sería un acontecimiento histórico.
P. Cante aquella canción suya: Ponte de rodillas. Y vámonos al purgatorio al menos.
R. Como soy agnóstico, déme otra opción.
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