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Siete nuevos hipermercados abrirán sus puertas próximamente en la región

Sin tregua. Las grandes superficies comerciales continúan su rápido ritmo de implantación. Y eso pese a que la Ley de Comercio, en vigor desde febrero de 1996, ha dificultado su instalación: los hipermercados deben contar con el visto bueno de los Gobiernos regionales. El Ejecutivo madrileño ha autorizado desde entonces cinco nuevos híper (con extensiones desde 2.500 metros cuadrados), aún sin inaugurar. A ellos se suman otros dos (Continente, en San Blas, y Eroski, en Vallecas), que no precisaron esa segunda licencia autonómica por haberse tramitado antes.

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64 metros por 1.000 madrileños

Siete nuevas grandes superficies nacerán en una región, donde existen 45 híper, de los que 27 son de alimentación y el resto, especializados, según los datos de la Consejería de Economía y Empleo. El cómputo excluye a los grandes almacenes La cosa no parará ahí. Al menos por parte de los empresarios de la gran distribución.En la ventanilla de Economía se han recibido otras tres peticiones de nuevos hipermercados. La primera busca levantar un centro comercial de unos 14.000 metros cuadrados en Rivas-Vaciamadrid (22.642 habitantes), que contaría con un establecimiento de la firma Continente. Esta iniciativa ha recibido el informe favorable del Tribunal de Defensa de la Competencia. Este dictamen es preceptivo, pero no vinculante, según la nueva legislación.

Una segunda solicitud se refiere a la construcción de un gran centro comercial sobre las instalaciones de Papelera Peninsular, en el distrito de Arganzuela. Esta iniciativa está pendiente del informe del citado tribunal. Ambos proyectos deberán ser examinados también por una comisión de evaluación auspiciada por el Gobierno regional. La tercera petición, recién llegada, pretende levantar un hipermercado Alcosto en Fuenlabrada (163.964 habitantes).

Expansión periférica

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Tres proyectos, pero siete realidades a la vuelta de la esquina, según la información facilitada por el Gobierno regional. En Madrid ciudad ya cuenta con la doble bendición administrativa el Hipercor de Arroyo del Santo (en construcción junto al parque Juan Carlos I y la M-40). Además, otras dos grandes superficies han sido autorizadas sin necesidad de la licencia regional, ya que se tramitaron antes del cambio legislativo. Se trata del Continente de Las Rosas (San Blas) y del Eroski de Vallecas.

Desde la entrada en vigor de la Ley de Comercio, el Gobierno regional ha autorizado la instalación de cuatro hipermercados en la periferia de la capital. En Alcorcón (142.276 habitantes) se instalará un Hiperkas de 7.600 metros cuadrados y rodeado de pequeñas tiendas, a cambio de cerrar otro establecimiento de la misma firma.

En Fuenlabrada se abrirán el centro comercial Alúa, con un híper de alimentación de 7.660 metros cuadrados, y un hipermercado Alcampo en el barrio de Loranca.

En Alcalá de Henares (163.288 habitantes), el Gobierno regional ha autorizado la instalación de una gran superficie especializada en ferreteria, jardinería y material de construcción, Leroy Merlin. Pero no todo han sido aprobaciones. El Gobierno regional negó el permiso a un centro comercial con híper incorporado en Miraflores de la Sierra (3.100 habitantes). La justicia ha ordenado la paralización de estas obras, que se realizaban sobre una zona verde.

"Antes, ningún hipermercado quería instalarse en una zona con menos de 150.00 habitantes. Ahora les basta con 60.000", señala Ángel Luis Martín, responsable del servicio regional de Promoción y Ordenación del Comercio. La competencia crece y las firmas intentan competir consigo mismas. "Los grandes han optado por implantar nuevos establecimientos cerca de donde tienen otros. Se restan cuota de mercado a sí mismos en lugar de cederla a otra compañía", añade Martín. Asegura que el Gobierno regional quiere evitar este fenómeno a partir de ahora.

Y es que a los clientes el rótulo les deja indiferentes. Los estudios sobre grandes centros comerciales que ha realizado para la Comunidad el Institut Cerdà, de Barcelona, revelan que los compradores no son fieles a un establecimiento. "El consumidor está dispuesto a cambiar si aparece un nuevo centro que le resulte más atractivo y que, especialmente, sea más cercano a su domicilio", señala el último estudio del instituto. Los clientes de un híper alimentario invierten 13 minutos en el desplazamiento, como media. Los madrileños que van a una gran superficie especializada están dispuestos a invertir 20 minutos en llegar hasta ella.

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