Las orejas del príncipe Carlos y el gnomo Jospin
Nacidos a partir de los 'Spitting images' británicos, los guiñoles se han extendido con éxito a Francia y Rusia
Causticidad y humor irreverente. Esa es la filosofía que inspira los programas de guiñoles de diversas televisiones europeas que nacieron a imagen y semejanza del mítico Spitting image británico. Desde la devota Bernadette Chirac masturbándose con el bolso o Margaret Thatcher alineada cara a la pared en los urinarios de caballeros, pasando por Borís Yeltsin en las actitudes más esperpénticas, los. muñecos de otros países hacen pasar buenos ratos a sus espectadores.Tras más de una década en las pantallas británicas, Spitting image, hizo un mutis por el foro tras haber alcanzado una audiencia de 12 millones de espectadores a mediados de los ochenta. Su desaparición fue, sin duda, un alivio para sus víctimas que incluían un orejudo príncipe Carlos hablando con las flores, una reina madre amarrada w la botella de ginebra o un John Major no sólo vestido siempre de gris, sino con ese color como tono de piel.
Los muñecos se extendieron hace siete años a los Guignols de l'info en Canal + Francia, informa Octavi Martí. Su audiencia supera los tres millones y medio de espectadores y es la emisión de más éxito de la cadena. Si a Jacques Chirac le presentan siempre de viaje, huyendo de los problemas del país, sólo preocupado por los patitos del jardín del Elíseo y deprimido al haber descubierto que no vale para presidente, al socialista Jospin lo muestran como un tipo incapaz de reaccionar, a veces disfrazado de gnomo "Yo-yo" en busca de ideas de las que carece.
Otros políticos también han sido caricaturizados con ferocidad: Balladur era un perverso hipnotizador;. Giscard, un viejo al que todo el mundo- ha olvidado; Rocard, un incomprensible discurseador; y Mitterrand, un malvado que trataba de "imbécil" a todo el mundo. Pero los propios presentadores del programa también reciben muchos golpes de parte de los muñecos, que tampoco respetan a cantantes, escritores o actores.
El programa estrella del guiñol político ruso, Kukli, es, emitido por el canal privado NTV y puede llegar a ser despiadado con sus personajes, . comenzando por el presidente Boris Yeltsin, informa Pilar Bonet. En febrero, cuando circulaban todo tipo de alarmantes rumores obre la salud de Yeltsin, Kukli mostró al líder ruso como un anciano moribundo en un guión construido como un paralelismo con el último periodo de Lenin.
En otro programa, los miembros de la élite rusa aparecían en un quirófano, con las batas manchadas de sangre, mientras operaban, lanzando intestinos y órganos por los aires, a un paciente llamado Chechenia, mientras Yeltsin contemplaba la escena. En 1995, cuando el pro grama mostró a Yeltsin y a Chernomirdin como mendigos borrachines, el entonces fiscal general de Rusia, Aleksei Iliushenko in tentó abrir un proceso al programa. La presión social fue tan fuerte que el fiscal dejó el caso.
Los políticos rusos consideran un privilegio estar representados en Kukli caricaturizados con su propio guiñol. Desaparecer es una caída en desgracia.
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