¿De la Comunidad al cataclismo?

Los votantes a favor de la Comunidad Europea no se imaginaban que, décadas después del ingreso a este fingido balneario europeo, la situación político-social hubiese cambiado tan sensiblemente y, llegando al segundo milenio, aún existieran países, en la puerta del balneario, en crítica revolución civil o en periodo de posguerra. Pero, aunque cerremos la puerta de esta frágil fortificación, no estaremos a salvo ya que dentro de la misma no se respira aire puro y perfumado.No era difícil presuponer que, por enésima vez, otro plan de compenetración humana funcionase; ni el ingreso sería un puro trámite de fácil solución, ni, una vez dentro, dejaríamos nuestros problemas en el guardarropa para disfrutar de largas vacaciones despreocupadas. El hecho simplemente es dramático: al mismo tiempo que en una habitación del balneario se desarrollan nuevos medios para la creación en serie de vida, en otra opuesta, no muy distante, todavía se practica el arcaico deporte oficial de la humanidad: la violencia y exterminio del ser viviente. No obstante, en el momento en que estos dos polos confluyan, la mezcla originada será, posiblemente, el detonante en cadena del gran polvorín mundial.-