Las dificultades de los 'comandos' en Navarra

San Sebastián - 01 abr 1997 - 00:00CEST

ETA ha tenido en los últimos seis años serias dificultades para recomponer su infraestructura en Navarra debido a la desarticulación por parte de la Guardia Civil de todos sus comandos, denominados Nafarroa. En muchos casos, incluso antes de que llegasen a cometer acciones terroristas.

La mayor actividad de ETA en esa comunidad se produjo con anterioridad a 1990, cuando en el comando que operaba en ella se encontraban Mercedes Galdós, José Ramón Martínez de la Fuente, Pedro Gorospe o Juan José Legorburu, a los que se acusa de ocho asesinatos.

Tras la detención de algunos de ellos, se recompuso el comando con militantes liberados (a sueldo y fichados por la policía), como Juan María Lizarralde, Susana Arregui y Germán Rubenach. Estos tres murieron en los trágicos sucesos que se produjeron en junio de 1990 en la Foz de Lumbier, en los que también fue asesinado un sargento de la Guardia Civil.

El último comando preparado para actuar en Navarra fue desarticulado en noviembre de 1996 con la detención de Kepa Zubizarreta e Igor Angulo. Los documentos que incautó la policía francesa tras la detención del dirigente etarra Juan Luis Aguirre Lete condujeron a la Guardia Civil al piso en el que se encontraban los dos militantes y en el que había un importante arsenal de armas y explosivos.

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