Atutxa cree que "toma fuerza" la hipótesis de que Zabala se suicidó
El consejero de Interior del Gobierno vasco, Juan María Atutxa, aseguró ayer que "va tomando fuerza la hipótesis de un posible suicidio" del etarra Josu Zabala, cuyo cadáver apareció el jueves en una zona boscosa de Deba (Guipúzcoa) con un tiro en el corazón y una pistola de las utilizadas por ETA a su lado. Zabala, presunto integrante de un grupo de apoyo al comando Nafarroa, fue enterrado ayer en Etxarri-Aranatz (Navarra), la localidad en que nació, cubierto con una bandera con el anagrama de la banda terrorista.
El viceconsejero de Interior vasco, José Manuel Martiarena, insistió en la misma idea que Atutxa, afirmando que el suicidio "es la hipótesis más fiable", aunque reconoció que no era la única. Martiarena indicó que habrá que esperar 15 días para conocer con certeza las causas de la muerte, ya que el, Instituto Nacional de Toxicología está analizando las vísceras del fallecido.Zabala apareció con un balazo con entrada por el pecho a la altura de la quinta costilla y salida por la espalda, entre la décima y la undécima costillas, según Egin, que citaba ayer un avance de la autopsia. El disparo le destrozó el corazón y le causó quemaduras en el contorno de la herida, lo que hace pensar a los investigadores que el tiro fue realizado a corta distancia.
Pese a los rastreos realizados, la Ertzaintza no ha encontrado la bala. Sólo un casquillo del calibre nueve milímetros Parabellum. La pistola que tenía a su lado el cadáver, una Browning sin numeración, ha sido enviada al laboratorio de balística de la policía en Madrid, junto con un cargador con 11 cartuchos y el casquillo localizado cerca del cadáver.
Josu Zabala fue enterrado ayer en su pueblo natal cubierto con una bandera con el anagrama de ETA. Unas 4.000 personas asistieron al sepelio, muchas de ellas desplazadas desde Pamplona tras la celebración del Aberri Eguna en la convocatoria de HB.
