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MISTERIO EN DEBA

Hallado muerto de un tiro en el pecho el etarra Josu Zabala

Unos montañeros se toparon con el cadáver el pasado jueves en un bosque de Guipúzcoa

Aurora Intxausti

Un hombre hallado muerto el jueves en Deba (Guipúzcoa) por unos montañeros fue identificado ayer como Josu Zabala Salegi, de 26 años, presunto miembro liberado [a sueldo] del comando Nafarroa de ETA, desarticulado parcialmente en diciembre de 1994. El cuerpo de Zabala Salegi, sobre quien pesaba una orden de busca y captura de la Audiencia Nacional, tenía un disparo en el pecho. Junto al cadáver se encontraban un pistola nueve milímetros Parabellum y un casquillo de bala. Pero entre los datos oficiales facilitados no figuraba que se hubiera hallado el proyectil ni a qué distancia del cuerpo estaban el casquillo y el arma. El fallecido fue identificado por sus familiares después de que se difundiera la descripción del cadáver.

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La autopsia ha revelado que Zabala, nacido en la localidad navarra de Etxarri Aranaz y residente en Pamplona, murió unas 12 o 13 horas antes de ser hallado el jueves por la mañana, por un pareja de excursionistas en una zona boscosa del barrio Itxaspe de Itziar, en los montes de Deba. El cuerpo presentaba un impacto de bala con orificio de entrada a la altura del pecho y de salida por la espalda. Junto al cadáver, los excursionistas descubrieron una pistola sin marca, de nueve milímetros Parabellum, la misma que suele utilizar ETA y que había sido disparada. Al inspeccionar la zona, los agentes de la Ertzaintza encontraron también un casquillo, pero ninguna bala.El joven no portaba ningún tipo de documentación, por lo que a primera hora de la tarde del jueves la Ertzaintza envió una nota a los medios de comunicación en la que pedía la colaboración de los ciudadanos para identificar el cadáver. El comunicado policial omitía que el cuerpo tenía un tiro en el pecho y que junto a él había una pistola. Se describía al fallecido como un hombre de raza blanca, complexión delgada, ojos de color castaño, pecas y el pelo castaño rojizo. También se precisaba que tenía un ojo de cristal y se describía su vestimenta: pantalón vaquero, camiseta blanca y zapatillas deportivas blancas con una línea azul, aparentemente nuevas.

Datos físicos

Esa descripción llevó a los familiares del fallecido a ponerse en contacto con la Ertzaintza a las dos de la madrugada de ayer. Ninguno de los tres familiares reconoció al fallecido en las fotografías que les mostraron en la comisaría los agentes de la Ertzaintza y fue en el depósito del Instituto Anatómico Forense del cementerio de Polloe, en San Sebastián, donde lo identificaron como Josu Zabala Salegi.El etarra permanecía en paradero desconocido desde que fue desarticulado el comando, en 1994, en una operación en la que resultaron detenidos siete de sus integrantes. El grupo no había cometido aún ninguna acción terrorista cuando fue interceptado. La Audiencia Nacional dictó entonces, mediante requisitoria judicial, una orden de busca y captura contra él.

La investigación sobre la muerte de Zabala ha quedado en manos del Juzgado de Instrucción número 1 de Eibar, que ha ordenado a la Ertzaintza enviar a Madrid los elementos necesarios para que se lleve a cabo un estudio toxicológico, balístico y dactilar, para determinar las causas del fallecimiento. El Juez de Eibar realizó ayer, junto al abogado de la familia de Zabala, Txemi Gorostiza, una inspección ocular de la zona donde apareció el cadáver, que fue acordonada por la policía.

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Horas antes de la identificación del activista muerto, un hombre que dijo hablar en nombre de ETA hizo dos llamadas telefónicas a Egin Irratia (Radio Egin), en las que asumió la militancia de Josu Zabala en la organización terrorista. En la primera de las llamadas, efectuada a medianoche del viernes, el comunicante dijo que a Zabala "lo habían matado los txakurras [policías, en la jerga de ETA]". En la segunda, a las 9.45 de ayer, se aseguraba que el activista se encontraba desaparecido desde el mediodía del domingo y que "había sido secuestrado por las Fuerzas de Seguridad del Estado para matarlo", según señaló la persona que recibió la llamada.

Herri Batasuna responsabilizó ayer al Estado de la muerte de Zabala en un comunicado en el que asegura no tener dudas de que la versión oficial indicará que "Josu fue responsable de su muerte". La coalición abertzale sostiene que ha sido "abatido por los disparos de los mismos que se basan en la imposición y el fascismo".

Anoche no se había difundido ninguna versión oficial de los hechos.

Por su parte, la coordinadora Gesto por la Paz emitió ayer un comunicado en el que pide que se "extremen las medidas conducentes a esclarecer las circunstancias" de la muerte.

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Sobre la firma

Aurora Intxausti
Coordina la sección de Cultura de Madrid y escribe en EL PAÍS desde 1985. Cree que es difícil encontrar una ciudad más bonita que San Sebastián.

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