España y Francia rechazan pactos políticos para el euro y reafirman los criterios de convergencia

Los ministros de Economía de España, Rodrigo Rato, y Francia, Jean Arthuis, rechazaron ayer al unísono la posibilidad de que se abra una negociación política para determinar qué países accederán a la moneda única. Tras un encuentro bilateral en Madrid, Rato y Arthuis expresaron su respeto "absoluto" a los criterios del Tratado de Maastricht para la adhesión al euro, así como a la fecha fijada para su entrada en vigor, el 1 de enero de 1999. El ministro francés aseguró no tener dudas sobre la capacidad del Gobierno de Aznar para meter a España en la primera velocidad de la unión monetaria.

Ha sido la segunda reunión mantenida por los responsables de Economía de España y Francia desde que el Partido Popular se hizo cargo del Gobierno. No había una lista de asuntos a tratar y se pretendía, únicamente, acercar posiciones sobre la moneda única y analizar las relaciones bilaterales y con terceros países, según afirmaron ambos ministros.Rato y su homólogo francés ratificaron la voluntad política y de las opiniones públicas de España y Francia para que los dos países estén en la moneda única el 1 de enero de l999". Ambos destacaron que durante su reunión habían constatado la convergencia " política, social y económica entre los dos países" y expresaron su convencimiento de que los criterios y plazos para el establecimiento de la unión monetaria se van a mantener tal y como están recogidos en el Tratado de Maastricht.

"El calendario y los criterios se respetarán, porque son dos prioridades con el mismo rango, son dos elementos indisolubles, dos caras de la misma moneda", afirmó Arthuis.

Los dos ministros rechazaron la posibilidad de que en el seno de la Unión Europea se abra una negociación política para establecer qué países accederán a la Unión Económica y Monetaria (UEM). Aunque no lo dijeron, en el ambiente de los salones de Alcalá 9, sede del Ministerio de Economía y Hacienda, flotaba el rechazo a un pacto que permita entrar a algún país que no cumpla los requisitos o que deje fuera, por un prurito de reforzar la estabilidad de la unión, a países que los cumplan, por ejemplo Italia o España.

En cuanto al examen de Maastricht, "será en mayo de 1998, una vez que la Comisión Europea reciba los datos macroeconómicos de los países miembros y que comunique sus consideraciones al Consejo Europeo", señaló el ministro francés. Rato, sin embargo, fue más cauto e indicó que la decisión sobre los países que tomarán parte de la UEM se tomará en el segundo trimestre de 1998.

En la conferencia de prensa posterior a la reunión no hubo ninguna mención a un posible eje hispano-francés o de países mediterráneos en la aproximación a la UEM. Antes bien, ambos ministros destacaron que la incorporación a la moneda única "se hará país por país".

Preguntado por el rechazo creciente de los alemanes al euro, Arthuis expresó su confianza en que las autoridades de Bonn harán todo lo que esté en su mano para que Alemania cumpla los plazos y los criterios. "De ningún modo podría construirse Europa haciendo caso omiso de' Alemania. Confío plenamente en las autoridades alemanas", dijo. El ministro ignoró la parte de la pregunta referida a las encuestas que señalan que más de la mitad de los alemanes rechazan el euro."Es materialmente imposible adelantar la moneda única al 1 de enero de l998", dijo Arthuis, en respuesta a otra pregunta. Hubiera sido necesario, explicó, que un grupo significativo de países hubiera cumplido los criterios de convergencia en 1996, ya que debe pasar un año entre el examen de ingreso y la incorporación de cada país al euro.

Consejo de estabilidad

En repetidas ocasiones, el ministro francés elogió los esfuerzos que está haciendo el equipo de Rato para estar en la unión monetaria y se mostró convencido que España participará con el primer grupo de países en la moneda común. "El Gobierno español está firmemente decidido y capacitado", dijo.Sus palabras de elogio y "homenaje" no hicieron mella en la actitud del vicepresidente segundoy ministro de economía español. Rato se mostró frío sobre la propuesta francesa de crear un "consejo de estabilidad" que coordine desde la política, y no sólo desde el rigor del futuro Banco Central Europeo, las orientaciones macroeconómicas de los países que accedan al euro. Rato se limitó a señalar que España está estudiando la propuesta.

Arthuis reiteró que se trataría de un órgano político de "carácter informal", coordinado con el Banco Central Europeo (BCE), pero sin intervenir en sus decisiones y actuaciones. Hizo también un repaso de la tareas que debería asumir el consejo de estabilidad: coordinarlas políticas macroeconómicas de los países del euro, garantizar respeto a la soberanía nacional y preparar la ampliación de la UEM y la incorporación de los países que en una primera fase queden fuera del euro.