27 procesados en Francia por pornografía infantil

La vasta operación lanzada el miércoles por la policía francesa contra una red de pornografía infantil, con 235 detenciones, prosiguió ayer con un auténtico maratón de interrogatorios por parte del juez encargado del caso. 27 personas habían sido procesadas anoche y otras 15 estaban a la espera de serlo, mientras se decidía la acusación concreta. Más de medio centenar de detenidos no habían declarado todavía y el resto estaba en libertad.El primer ministro, Alain Juppé, aprovechó el eco de la operación para crear un comité interministerial dedicado a luchar contra los malos tratos a los niños. Juppé afirmó que la protección de la infancia maltratada se había convertido en la "gran campaña nacional de 1997". El primer ministro señaló que en 1995 se habían detectado en Francia unos 20.000 casos de violencia contra menores, sumando agresiones físicas y psicológicas, abusos sexuales y negligencias graves. Otros 40.000 niños franceses se encontraban, dijo, en "situación de alto riesgo". Incluso, las cifras oficiales revelan que el número de niños en peligro por este tipo de situaciones aumentan progresivamente.

Ley de seguimiento

La campaña lanzada ayer por el gobierno incluye anuncios frecuentes en televisión, para que los niños sepan que pueden pedir auxilio en todo momento marcando el teléfono 119.

Juppé agregó que la futura ley de seguimiento de delincuentes sexuales permitiría controlar la evolución de ese tipo de personas, que son a menudo reincidentes. El proyecto de ley, que fue aprobado en enero por el consejo de ministros y llegará al Parlamento a mediados de abril, establece que las personas condenadas por delito sexual deberán someterse obligatoriamente a un seguimiento psicológico después de cumplir condena, El periodo de seguimiento durará entre cinco y diez años.

El juez instructor Jean-Pierre Rousseau, que coordina desde un juzgado de Niza la redada contra la pornografía infantil, anunció que vería personalmente las aproximadamente 500 películas de carácter pornográfico con niños que se había incautado la gendarmería durante la redada. Generalmente se trata de niños de ambos sexos que tienen alrededor de 10 años, pero en algún caso había bebés de escasos meses. Las cintas se vendían por un precio aproximado de 8.000 pesetas, de dos a tres veces más de lo que cuesta una película de vídeo.

Tras una investigación desarrollada a lo largo de cinco meses en un secreto casi absoluto, el juez Rousseau considera que las personas y locales que puedan identificarse gracias a las películas serán de gran utilidad para acceder a los máximos responsables de la red. "Es muy posible que el jefe, o los jefes, residan fuera de Francia", precisó Patrick Gens, el oficial que dirige a los 600 policías y gendarmes participantes en la operación, la mas importante de este tipo en Francia para la que se ha necesitado una investigación de más de cinco meses.

Gens añadió que varios de los procesados lo habían sido por el simple hecho de poseer videocasetes de pornografía infantil, "debido al gran número de películas que se les incautaron o a ejercer una profesión especialmente sensible". Entre los procesados figuran dos directores de escuela, el director de un campamento juvenil y otras personas que trabajan con menores.