Marcha atrás presidencial
Entre ayer y el día 1 de marzo en que Sali Berisha entregó la cabeza de su primer ministro, Alexander Meksi, la magnitud del retroceso político del presidente albanés se ha correspondido con la del ascenso de sus adversarios sureños. Este es el guión de lo acontecido.Domingo 2. Un Parlamento dominado por el partido gobernante proclama el estado de excepción e impone toque de queda. Rebelión en la ciudad costera de Saranda. Berisha acusa a los socialistas de promover la insurrección del sur.
Lunes 3. Berisha es reelegido por el Parlamento y ordena tirar a matar contra los rebeldes si no devuelven las armas.
Martes 4. Rechazadas las peticiones de formar un Gobierno de coalición, mientras los tanques se acercan a Gjirokaster. Tirana admite que Valona, Saranda y Delvine están en manos de sus poblaciones.
Miércoles 5. Destituido el jefe del Ejército por permitir la caída de guarniciones.
Jueves 6. Visita Tirana una misión mediadora de la OSCE. Berisha suspende desde el día siguiente las acciones militares y ofrece una amnistía a los insurrectos si entregan las armas en 48 horas. Los vecinos de Tepelene, Memaliaj y Permet se hacen con el control.
Viernes 7 y sábado 8. Ningún signo de rendición. Occidente pide a Berisha que no ataque. El sábado los habitantes de Gjirokaster se sublevan.
Domingo 9. Berisha se pliega a las demandas de sus enemigos políticos. Acuerda con los partidos la formación de un Gobierno de reconciliación nacional, la celebración de nuevas elecciones en junio y anuncia una amnistía general.
Lunes 10. La ciudad de Berat se une a la revuelta. Los insurrectos se hacen con el aeródromo militar de Kucova.
Martes 11. El socialista Bashkim Fino es nombrado primer ministro del Gobierno de reconciliación.
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