Vuelve el espectro de los 'escuadrones de la muerte'
"Queremos decirles que, desde este momento, hemos preparado condiciones para dar un escarmiento ejemplar. ( ... ) Sus días están contados y recibirán un justo pago por estar defendiendo a los terroristas que desde la Universidad de El Salvador siguen siendo instrumento para desestabilizar El Salvador".Así, el 26 de junio de 1996, apareció en la escena pública salvadoreña un grupo que se autodenominaba Fuerza Nacionalista Mayor Roberto D'Aubuisson (Furoda), en honor de quien en 1981 fundó el partido de derechas Arena (hoy en el poder), acusado de participar activamente en los escuadrones de la muerte responsables del exterminio de miles de salvadoreños.
Volvía el espectro de los escuadrones de la muerte y los grupos paramilitares. Un espectro que amenaza con socavar los avances que se están realizando desde el fin de la guerra civil para establecer un sistema verdaderamente libre y democrático.
Furoda ha proferido amenazas de muerte contra personalidades de la vida pública, de los medios de comunicación y de la esfera religiosa. Además, se sospecha que grupos que se crearon hace años, tales como Sombra Negra, al parecer con objeto de luchar contra la delincuencia y para llevar a cabo una limpieza social, han cometido muchos homicidios. Estos grupos han amenazado también a jueces y fiscales.
Se tenía la esperanza de que estos grupos clandestinos tuvieran que rendir cuentas y dejaran de existir como consecuencia del Acuerdo de Paz de 1992 y de los compromisos asumidos por las autoridades salvadoreñas.
Sin embargo, persistieron las amenazas de muerte de los grupos clandestinos contra los activistas políticos y de otra índole, y después de la firma de los acuerdos se produjeron esporádicamente homicidios y atentados que llevaban el sello característico de los escuadrones de la muerte.
En 1993 se produjo un nuevo estallido de violencia; varios dirigentes del FMLN (la antigua guerrilla) y del partido gubernamental, Arena, fueron abatidos por grupos que actuaban como los escuadrones de la muerte. Estos acontecimientos dieron lugar a la creación del Grupo Conjunto para la Investigación de Grupos Armados llegales con Motivación Política, que en julio de 1994 señaló que los grupos organizados, que llevaban a cabo actos violentos de motivación política seguían funcionando, aunque su relación con los organismos del Estado fuese menos patente que antes.
El Grupo Conjunto, encontró suficientes indicios como para sugerir que muchos de los homicidios, ataques y amenazas que se habían registrado desde 1992 tenían motivación política y señalaba la ausencia de investigaciones oficiales en casi todos los casos.
El Grupo Conjunto pedía que se tomasen medidas en el plano de la investigación y la prevención, tales como el fortalecimiento del sistema judicial de El Salvador y el establecimiento de una unidad especial en la Policía Nacional Civil.
El presidente Armando Calderón Sol, que recibió del Grupo Conjunto un apéndice confidencial en el que se citaban los nombres de presuntos culpables, prometió investigar todas las acusaciones que tuviesen indicios suficientes. Pero el ministro de Defensa criticó vehementemente el informe por ser confuso y nada concluyente. Poco o ningún progreso se ha hecho en el seguimiento de las conclusiones del Grupo Conjunto.
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