El alcalde conservador de París, procesado por malversación de fondos

El alcalde neogaullista de París, Jean Tiberi, fue procesado el miércoles bajo la acusación de "complicidad en malversación de fondos públicos" y "aprovechamiento de malversación de fondos públicos" a raíz de un caso por el que tres meses atrás ya fue procesada su esposa, Xavière. Tiberi anunció ayer, al trascender la noticia, que no dimitiría, y se declaró "víctima de una auténtica caza del hombre".

El sumario comenzó a instruirse tras el descubrimento de un informe que la alcaldesa, Xavière Tiberi, redactó para el Consejo Regional de Essonne, una administración controlada por los neogaullistas de Jacques Chirac. El juez considera que el informe, lleno de frases plagiadas, lugares comunes y faltas de ortografía, no fue más que una excusa para que los Tiberi se embolsaran 200.000 francos (unos cinco millones de pesetas).Según el presidente del consejo de Essonne, Xavier Dugoin, también procesado, el propio Jean Tiberi negoció personalmente la retribución que merecía su esposa (panadera en su juventud y ama de casa tras su matrimonio) por redactar 36 folios bajo el título "Reflexiones sobre las orientaciones del Consejo Regional del Essonne en materia de cooperación descentralizada".El informe, cuyos párrafos más ridículos han sido profusamente difundidos en la prensa francesa, es en realidad sólo una nube en la tormenta de investigaciones judiciales que se cierne sobre la alcaldía de París.El texto fue hallado el 27 de junio de 1996 durante un registro en el domicilio particular de los Tiberi en el que se buscaban pruebas sobre algo mucho más grave: una red de facturas falsas. Esas fácturas, giradas por las principales empresas constructoras a cambio de contratos municipales en París, habrían encubierto, según la investigación judicial, una duradera y generosa financiación irregular de la Reagrupación para la República, el partido de Jacques Chirac.El temor de Chirac y su gente ante esa investigación queda demostrado por los esfuerzos gubernamentales para impedirla: el juez tuvo que efectuar en solitario el registro de junio de 1996 porque los policías se negaron a acompañarle por orden expresa del jefe de la Policía Judicial. Ese jefe fue después condenado por desasistencia al juez, pero el Gobierno le ha confirmado en su cargo. El Ministerio de Justicia llegó a fletar un helicóptero en el Himalaya para buscar (sin éxito) a un fiscal afín para que volviera a París y diera carpetazo al sumario del informe Tiberi.