La Guardia Civil investiga si el triple crimen de Soria fue un 'juego de guerra'

Fernando Domínguez Hernández, de 31 años, el homicida de Soria, podría haber cometido sus tres crímenes como una especie de siniestro juego de rol, según declaró ayer el director de la Guardia Civil, Santiago López Valdivielso. Éste manifestó que "no se descarta" que ése fuera el móvil inicial que llevó a Domínguez a delinquir. Fuentes de la investigación creen que podría tratarse un juego de guerra o de supervivencia, dada su afición a las armas y sus antiguas relaciones con un grupo neonazi.

El director general de la Guardia Civil comentó ayer en el Congreso que. todavía no se conocen los móviles del caso de Soria, pero "está descartado" que Domínguez tenga relación con los GRAPO.López Valdivieso añadió que se están investigando muchas hipótesis, una de ellas que fuera una especie de juego de rol, y que "la incógnita de todo es el móvil de la primera actuación" ( en referencia a cuando robó y secuestró a un taxista, mató a su cómplice Antonio Navarro y a un teniente de la Guardia Civil). " Después está claro", añadió, "que el hombre se sintió acosado"y , al intentar huir, mató a su víctima, Francisco de Borja Guiande.

López Valdivielso considera probable que el criminal "no esté en su sano juicio, aunque esto no quiere decir que no pueda ser imputado, penalmente hablando". El mes pasado, la Audiencia Provincial. de Madrid condenó a 42 años al joven Javier Rosado y a 12 años a Félix M. por matar en 1994 a un hombre "calvo, gordo y bajito" siguiendo las reglas de un juego de rol.

Domínguez comentó, tras ser detenido, que su intención era asaltar un hipermercado de Soria, pero fuentes de la investigación no han logrado todavía confirmar si esto era cierto. No obstante, el chaleco antibalas hallado en poder de Domínguez induce a pensar que éste realmente estuviera planeando dar un golpe, sin que se pueda precisar si tenía planeado el robo como parte de un juego.

El triple homicida confesó a los guardias civiles que lo detuvieron tras varios días de persecución que estuvo a punto de pegarse un tiro y acabar con su vida al sentirse acorralado.

La Guardia Civil rastreó ayer, infructuosamente, la zona donde Domínguez disparó por última vez el pasado martes contra dos empleados de Industrias Villar, en la finca Sinova, de la localidad de Los Rábanos (Soria). El presunto homicida fue trasladado al lugar donde fue apresado para que señalara dónde arrojó su arma, pero la búsqueda fue suspendida pasadas las 14.30 horas de ayer, informa Carlos Tomeo.

El teniente coronel Jesús del Val Antolín, jefe de la Comandancia de Soria, declaró que "el detenido durmió bien por la noche, aunque esta mañana [por ayer] mostraba mayor agotamiento psíquico, quizás por haber reflexionado sobre lo que hizo".

En la tarde de ayer comenzó la declaración de Domínguez en la comandancia de la Guardia Civil con asistencia del abogado de oficio José Miguel García. Raquel Tabernera, del juzgado número 1 de Soria, ha decretado el secreto sumarial.

El delegado del Gobierno en Castilla y León, Isaías García Monge, aseguró en Segovia, que el teniente asesinado, Alejandro García Velasco, y el capitán herido, José Manuel Santiago, estaban libres de servicio cuando el sábado fueron voluntariamente a Matalebreras para ayudar a buscar a Domínguez y Navarro, informa Aurelio Martín. El Consejo de Generales acordó conceder al teniente a título póstumo, la cruz roja del mérito de la Guardia Civil.