El Gobierno dará a comunidades y ayuntamientos amplios poderes para declarar suelo no urbanizable

La liberalización del suelo que prepara el Gobierno no va a ser tan amplia como parecía. El proyecto de ley de Suelo sobre el que trabaja el Ministerio de Fomento otorga a comunidades autónomas y ayuntamientos enormes posibilidades para declarar suelo no urbanizable.En concreto, el futuro proyecto de ley, que estará preparado para que el Consejo de Ministros lo analice antes de las vacaciones de Semana Santa, establece tres criterios para que un suelo sea considerado no urbanizable. En primer lugar, que sea protegido, es decir que tenga un interés cultural, histórico, paisajístico o medioambiental. En segundo lugar, suelos con valor agrícola, ganadero o forestal.

El tercer criterio se refiere a "aquel suelo cuya urbanización se considere inadecuada para un desarorollo urbano racional", según explica el director general de Vivienda, Fernando Nasarre. Esta amplia definición deja un gran margen de maniobra para comunidades y ayuntamientos, los cuales habían mostrado su preocupación por los efectos de una "liberalización salvaje".

Además, esta formulación abre un abanico de posibilidades para la futura negociación parlamentaria del proyecto de ley. El presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, aseguró, ayer que CiU, el socio, parlamentario del PP, ha iniciado conversaciones con el Gobierno para evitar que la reforma de la ley del Suelo contemplé medidas de liberalización excesivamente radicales".

El proyecto recogerá la eliminación del suelo urbanizable no programado. En estos mómentos, el suelo urbanizable en España alcanza seis millones de metros cuadrados.

Mientras Fomento da los últimos retoques al proyecto, los empresarios ya han comenzado a hacer los cálculos del impacto de la medida. El presidente de la Asociación de Promotores y Constructores, José Antonio Durán, señaló ayer que su aplicación reducirá el precio bruto del suelo un 50% en un periodo de tres a cinco años. Además, esta rebaja supondría un descenso del 5,8% en el precio final de la vivienda.