El giro moderado del PDS pone en peligro al centro-izquierda que gobierna Italia

Nunca insultos del calibre de "traidor" o "estalinista" habían sido tan intercambiados entre los distintos herederos de la tradición comunista italiana como desde que, el pasado fin de semana, celebró su congreso el Partido Democrático de la Izquierda (PDS). El decidido paso hacia la moderación dado por este partido, que dirige Massimo D'Alema, ha puesto en pie de guerra a Refundación Comunista (PRC), la otra rama surgida del Partido Comunista de Italia (PCI). La polémica lleva al borde de la crisis la mayoría en que se apoya el Gobierno de Romano Prodi.El enfrentamiento entre los partidos del centro-izquierda se produce en circunstancias especialmente delicadas, ya que Prodi ha anunciado que, en las próximas semanas, el Gobierno tendrá que proponer un plan de ajuste para que Italia pueda entrar desde el primer momento en la unión monetaria europea (UME). El plan de Prodi implicará el esfuerzo de un ahorro de aproximadamente unos veinte billones de liras (cerca de 1,8 billones de pesetas), que se suman a los 60 billones de liras ya recortados en los Presupuestos Generales del Estado para, 1997.

"No estamos dispuestos a votar más recortes del Estado social ni a aprobar nuevos impuestos", ha reiterado Fausto Bertinotti. Éste sostiene que el plan de ajuste es "innecesario e inoportuno", ya que persigue objetivos como el de reducir el déficit público al 3% del producto interior bruto, que "será inalcanzable, incluso para Alemania".

La situación del Gobierno es aún más complicada, porque también Sergio Cofferati, el líder de la CGIL, el mayor sindicato de Italia, salió trasquilado de un congreso del PDS en el que D'Alema le tachó de ser "sordo" y "cerrado" ante las necesidades de reformar el Estado social. Prodi puede temer la movilización del sindicato incluso más que la defección del PRC, aunque sin los votos de este partido su Gobierno moriría.

Los verdes apoyan la línea de Bertinotti, mientras que los ex democristianos incluidos en El Olivo, la coalición de centro-izquierda, pide a Prodi que ponga firmes a los neocomunistas. Un dirigente de éstos, el veterano Franco Cossuta, ha dicho que el cambio de D'Alema responde a que el canciller alemán, Helmut Kohl, ha pedido al líder del PDS que eche de la mayoría de gobierno al PRC y lo sustituya por Forza Italia (FI).

La posición de Berlusconi

Silvio Berlusconi, el líder de FI, ha ofrecido, de hecho, a Prodi los votos de su grupo para aprobar un plan general de saneamiento del endeudado Estado italiano que permita alcanzar el objetivo de la UME. Berlusconi mantiene, además, un diálogo con D'Alema para impulsar la reforma del sistema político.El líder del PDS ha dicho que no habrá Gobierno de la izquierda con Berlusconi y que, si Bertinotti hace caer a Prodi, se vota. Lo mismo asegura el primer ministro, pese a que su liderazgo sobre la coalición se debilita objetivamente en la medida en que se refuerza el de D'Alema y la capacidad de este líder del primer partido de Italia para presidir el Gabinete.