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El fiscal pide una fianza de 500 millones de pesetas para De la Rosa por el 'caso Torras'

EI fiscal anticorrupción pidió ayer a la titular del Juzgado número 3 de la Audiencia Nacional, Teresa Palacios, que dicte un auto de prisión eludible con fianza penal de 500 millones de pesetas contra Javier de la Rosa. Los representantes legales de Torras, la empresa que se querelló contra sus anteriores gestores, encabezados por De la Rosa, pidieron prisión incondicional, y en caso de no aprobarse ésta, una fianza de 500 millones. La juez informó a las partes que dará a conocer su decisión próximamente, y algunas fuentes la esperan para hoy mismo.

Las peticiones del fiscal y de Torras, que se formularon también contra el abogado Juan José Folchi, se fundamentan en la gravedad de los presuntos delitos, el riesgo de que De la Rosa se fugue y para evitar que pueda destruir pruebas. De la Rosa se encuentra ya en libertad bajo fianza de 1.000 millones de pesetas por su presunta responsabilidad en la descapitacilización de la sociedad Grand Tibidabo. La juez ya ha dictado un auto ordenando a los dos demandados que depositen una fianza por responsabilidad civil de 10.500 millones.La vista celebrada ayer en la Audiencia Nacional tenía por objeto exclusivo decidir sobre la situación procesal de De la Rosa y Folchi. La fiscalía había solicitado a la juez Palacios que separara del conjunto de la causa dos hechos, el pago con destino desconocido de varios talones y la venta de la papelera ICSA, filial de Torras. A juicio de la fiscalía, la instrucción de estas dos operaciones está más avanzada que el resto de las incluidas en la querella presentada en enero de 1993 por el grupo Torras, en la que acusa a De la Rosa y los anteriores gestores de los delitos de estafa y apropiación indebida que ocasionaron pérdidas de cerca de 160.000 millones en la sociedad española del grupo árabe KIO que suspendió pagos en 1992.

El primero citado para la vista fue De la Rosa, que fue vicepresidente y primer ejecutivo de Torras. Tras escuchar las peticiones del fiscal y de las acusa ciones particulares, De la Rosa pidió declarar. Según fuentes presentes en la vista, De la Rosa justificó las dos operaciones antes comentadas. En la más importante de ellas, la venta de ICSA, se produjeron beneficios de 7.800 millones de pesetas que fueron a parar a una cuenta suiza, con la clave, Carnation, de la que se desconoce el titular.

De la Rosa justificó esta operación como una compensación a KIO, por lo que el dinero evaporado habría ido a parar, a cuentas controladas por el grupo árabe. Según el financiero, en 1987, KIO, principal accionista de Torras, compró acciones del antiguo Banco Vizcaya. Torras, a su vez, compró a KIO esas acciones al precio de adquisición y, posteriormente, se las vendió de nuevo al banco. Supuestamente esta operación generó importanes beneficios para Torras, que luego devolvió a KIO con los beneficios desviados en la venta de ICSA. El único problema es que aún hoy los responsables de Torras no han conseguido localizar ni cuantificar los supuestos beneficios realizados por Torras con las acciones del Vizcaya.

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