Cambio de la tapa del reactor en la central más antigua de España
La operación se realizará el jueves vigilada por el CSN
La central nuclear de Zorita (Guadalajara) abordará el próximo jueves la sustitución de la tapa del reactor en una operación de bajo riesgo, según Ignacio Lequerica, subdirector del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). La operación, valorada en 800 millones de pesetas, ha sido asumida por Unión Fenosa, titular de la central, que ha preferido colocar una nueva tapa en Iugar de seguir costeando las inspecciones en la vieja, donde en 1994 se detectaron más de 170 pequeñas fisuras.
La operación de sustitución de la tapa del reactor será corta. Se espera resolverla a lo largo del próximo día 27. En la capa de contención de la central se perforará -mediante la descontaminación previa interna-, la cúpula: de acero del edificio, donde se ha abierto una gran ventana de 18 metros cuadrados (3,5 metros de ancho por 5 metros de alto) para retirar la vieja tapa de 23.000 kilos de peso y 3,3 metros de diámetro, mediante una grúa de pluma situada en el exterior. La vieja tapa, considerada como residuo de baja y media actividad, se colocará en un almacén de la propia central hasta que la planta sea desmantelada en su totalidad dentro de 28 años.Durante la maniobra los operarios estarán sometidos a dosis de radiación en torno a los 260 milisievert (msv), muy por debajo de la media de 1.000 a 2.000 msv que se producen durante una operación rutinaria de recarga del combustible, según aseguró el subdirector del CSN, Ignacio Lequerica. En una operación similar realizada el verano pasado en la central nuclear de Almaraz (Cáceres) fallecieron dos operarios al caerse de un andamio situado a 15 metros de altura.
La nueva tapa dispone de 17 alojamientos (penetraciones) de control activos, a diferencia de la vieja que también los tenía de reserva, y dos adicionales para controlar la temperatura del reactor. Está construida con una aleación mucho más resistente -Inconel 690 (600 la antigua)- y en su soldadura se ha utilizado una técnica diferente a cargo de la empresa Equipos Nucleares de Santander. Fue precisamente en la conjunción de las soldaduras con las barras de control de reserva, donde se detectaron las fisuras de 1994 que motivaron la parada de la central nuclear durante un año y medio. Desde entonces la instalación ha estado sometida a controles intensivos por parte del CSN. Las últimas inspecciones e han realizado en el fondo de a vasija, donde los ecologistas temían que podrían haberse reproducido las fisuras. No se ha detectado ninguna anomalía. Lo contrario hubiera supuesto el cierre de la central nuclear, denominada José Cabrera, la más antigua de España. Comenzó a funcionar en 1968.
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