Termes: "Los bancos de Rumasa eran máquinas de perder dinero"
"Los bancos de Rumasa eran máquinas de perder dinero", declaró ayer el ex presidente de la Asociación Española de Banca Privada, Rafael Termes, en el juicio oral contra José María Ruiz-Mateos y cuatro colaboradores, subrayando que "estaban condenados a una suspensión de pagos o a la quiebra". Termes, que prestó declaración como testigo, volvió a manifestarse contrario a la expropiación del 23 de febrero de 1983 "por razones de principio", pero admitió que "sus motivos tendría" el Gobierno al decidir la medida.
El ex presidente de la AEB recordó que había señalado muchas veces a Ruiz-Mateos la necesidad de presentar auditorías de sus bancos aún cuando entonces no eran legalmente obligatorias, pero que éstas nunca se realizaron.
Ayer, también prestaron declaración en el juicio el abogado Matías Cortés y Fernando Castedo, que pertenecía al mismo bufete de abogados de Alejandro Rebollo, quien era letrado de Ruiz-Mateos en el momento de la expropiación, de Rumasa.
Cortés rechazó que hubiera formado parte con Navalón, a sugerencia de Valls, de un equipo para asesorar a Ruiz-Mateos y que sus servicios se limitaron "exclusivamente a gestiones en procedimientos judiciales".
También compareció ayer como testigo Diego Selva, quien colaboró con Antonio Navalón en los trabajos de asesoría a Ruiz-Matos en el periodo anterior a la expropiación y con posterioridad al hecho. Selva se ocupó de coordinar las auditorías en curso. Preguntado por los 1.000 millones que Ruiz-Mateos asegura haber ordenado entregar en cajas a Navalón para hacer llegar a Valls, el testigo dijo que las cajas contenían papeles y "en ningún momento dinero".
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