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El Bundesbank pide al Gobierno alemán extremo rigor presupuestario

Alemania dispone de un margen muy estrecho para cumplir el criterio de déficit que cuenta para la entrada en la unión monetaria europea. El canciller Helmut Kohl deberá ser muy riguroso en la ejecución del presupuesto de 1997 y culminar con éxito las reformas emprendidas en ámbitos como la Seguridad Social o la fiscalidad, en especial en el impuesto sobre la renta. Estas son las principales conclusiones de un informe que publicó ayer el Bundesbank, bastante crítico hacia el Ejecutivo.

Los guardianes de la estabilidad monetaria urgen al Gobierno del canciller KohI, a "hacer todos los esfuerzos en la realización, del presupuesto de 1997, para por lo menos no sobrepasar los gastos previstos", aunque Hans Tietmeyer envía un mensaje muy claro al ministro de Economía, Theo Waigel: "Mejor si se consigue gastar menos".El banco central recuerda que el Gobierno había previsto inicialmente un margen de seguridad del 0,5% del PIB para llegar desahogado al 3% de déficit que exige Maastricht. La pésima evolución del empleo y la debilidad del crecimiento han llevado al traste las previsiones.

El Bundesbank recuerda que ya a principios de año Bonn tuvo que revisar sus pronósticos de déficit público. Del 2,5% previsto en los presupuestos, se subió hasta, el 2,9% este mes de enero. En 1996 el déficit público alcanzó ya el 3,9% del PIB, muy superior al de 1995, cuando se situó en el 3,5%.

Los expertos de Francfort, recogen con preocupación la evolución del mercado laboral. En enero el número de parados ascendió a 4,7 millones, lo que supone un incremento de medio millón respecto a 1995, y eleva la tasa al 12,2% de la población activa. En este sentido, señala el informe que las reformas emprendidas en la Seguridad Social y en la fiscalidad, "van en la buena dirección", pero "no serán probablemente suficientes para subsanar los problemas" de la economía alemana.

No confían demasiado los expertos en una pronta recuperación del mercado de trabajo, dada la debilidad que mostró la economía en el último trimestre de 1996. El consumo privado llegó incluso a retroceder un 1%. Mejores perspectivas hay en el sector de la exportación, gracias a la mejora del tipo de cambio del marco. El Buba sostiene que la depreciación de la moneda alemana "es ya más que suficiente". El actual tipo de cambio "posiblemente se corresponde ahora mucho mejor que antes con los factores fundamentales de la economía".

El presidente de la Federación de la industria Alemana (BDI), Hans Olaf Henkel, pidió ayer al Gobierno un segundo ajuste presupuestario para poder entrar en el euro.

[Por su parte, Wim Duisenberg, virtual presidente del futuro banco central europeo, declaró ayer en Francfort que también se juzgará a los países candidatos al euro por sus previsiones para 1998, y no serán aceptados los que presupuesten un aumento del déficit, informa France Presse].

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