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LA INVESTIGACIÓN DE LA GUERRA SUCIA

El Supremo comprueba que los 'papeles del Cesid' coinciden con las 'microfichas' de Perote

Los 33 magistrados de la Sala Tercera del Tribunal Supremo pudieron comprobar ayer, tras cotejarlos durante cuatro horas y media, que los papeles del Cesid, cuya desclasificación han solicitado tres jueces que investigan la guerra sucia, coinciden básicamente con las microfichas que devolvió, tras robarlas, el ex jefe de la Agrupación Operativa Juan Alberto Perote. El director del Cesid, Javier Calderón, llevó ayer al Supremo los originales de las microfichas y un sistema de lectura en pantalla para que los magistrados pudieran examinarlas. Calderón se entrevistó con el presidente de la sala, Ángel Rodríguez García, y luego permaneció en una sala contigua, a disposición M tribunal, mientras se cotejaban los documentos.

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, Calderón llegó a las 16.15 a la sede del Tribunal Supremo, en la madrileña plaza Villa de París, informa . El jefe del servicio secreto entró directamente a bordo de un Peugeot 605 al aparcamiento del tribunal, acompañado por un asesor jurídico, un responsable de documentación y otro de seguridad.Le precedió, una hora antes, una camioneta blindada, transportando el equipo de lectura mediante pantalla de las microfichas. El director del Cesid se entrevistó durante media hora con el presidente de la Sala Tercera, Angel Rodríguez García, quien en los últimos días acordó con el Ministerio de Defensa el procedimiento a seguir para que los 33 magistrados examinaran los papeles del Cesid.

A pesar de que el artículo 20 del Reglamento de la Ley de Secretos Oficiales, de 1969, dispone que el examen de documentos clasificados se haga en presencia del responsable del servicio, se decidió que Calderón permaneciera en una sala contigua, a disposición de los magistrados por si éstos necesitaban alguna aclaración, aunque finalmente no fue reclamado para ello únicamente un técnico del Cesid entraba periódicamente en la sala donde se encontraban los magistrados para accionar el equipo de lectura de las microfichas.

Durante el examen de los documentos, "no se produjo ninguna pega y el cotejo se llevó a cabo en todo momento tal y como quiso la sala", según dijo un magistrado, quien explicó que "hubo deliberación en cada nuevo paso". En cuanto a la constancia del examen, otras fuentes. señalaron que "fue documentado de la forma que acordó la sala", sin levantar acta del contenido de los documentos.

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Calderón no sólo llevó consigo las copias de los papeles del Cesid que se guardan en los archivos del centro, sino también las microfichas originales devueltas por el coronel Perote. También entregó al presidente de la sala tres sobres, conteniendo cada uno de ellos las copias de los documentos reclamados por los tres jueces que investigan la guerra sucia: Baltasar Garzón, caso Oñederra, Javier Gómez de Liaño, caso Lasa y Zabala, y Justo Rodríguez, caso Urigoitia.Los sobres incluían también un escrito aclarando qué documentos no podían entregarse por no constar, ni haber constado nunca, su existencia en los archivos del Cesid: las supuestas conversaciones de Gómez Nieto con Rodríguez Galindo y con Perote; el sello de los GAL y las identidades de los miembros del Cesid que habrían elaborado dicho sello. Aunque fuentes de Defensa indicaron que Calderón facilitaría verbalmente las identidades de los agentes que trabajaban en el Grupo de Apoyo Técnico, y que supuestamente elaboraron el sello de los GAL, si así se le reclamaba, los magistrados no llegaron a hacerlo.

La Sala Tercera acordó seguir adelante con la prueba prevista a pesar del recurso presentado el lunes por Íñigo Iruin, abogado que representa a las familias de las víctimas en los tres sumarios, quien pretendía estar presente durante el examen de los documentos. El recurso interpuesto no tiene efectos suspensivos, a no ser que la sala así lo acuerde. En tal caso, tendría que haber dado traslado del mismo al fiscal y al abogado del Estado y resolverlo antes de practicar la prueba.

A las 21.40, el director del Cesid abandonó la sede del tribunal y a continuación lo hicieron, separadamente, los magistrados. Según las fuentes consultadas, los documentos obrantes en los archivos del Cesid coinciden básicamente con los reproducidos en los autos judiciales y publicados por EL PAÍS el 17 de diciembre, si bien los primeros son algo más e amplios e incluyen párrafos o palabras que aclaran pero no desvirtúan su sentido.

El Gobierno ha advertido siempre que las microfichas pueden haber sido manipuladas, pues estuvieron bajo poder exclusivo de Perote desde noviembre de 1991 hasta enero de 1992.

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