Montoro insiste en que España cumplirá con la convergencia

El secretario de Estado de Economía, Cristóbal Montoro, restó ayer importancia a los movimientos en los mercados financieros que estos días afectan a la peseta y a la deuda. "Son flores que se marchitan en una semana", afirmó, "porque todos los analistas creen que España cumplirá los objetivos de convergencia".Montoro dijo desconocer la propuesta a Italia de un aplazamiento para su incorporación al euro, que arrastraría a España, pero señaló que "un retraso no es conveniente para nuestro país, porque crearía incertidumbre".

Montoro compareció ayer ante la Comisión de Economía del Congreso para explicar los resultados del ejercicio 1996. La economía creció un 2,3%, igual que lo previsto por el Gobierno en septiembre pasado, y se han creado 191.000 empleos. La inflación se colocó en el 3,2% y "pronto bajará del 3%", según Montoro, lo que "dará un margen para el descenso de los tipos de interés".

El déficit de las Administraciones Públicas en contabilidad nacional se situó por debajo del 4,4% previsto, aunque la deuda pública se acercó a los 51,5 billones de pesetas, el 69,3% del producto interior bruto. El Tratado de Maastricht admite un máximo del 60% en 1997.

Frente al optimismo de Montoro, el portavoz del PSOE, Juan Manuel Eguiagaray, acusó al Gobierno de haber reinstaurado la crispación política. "Éste no es el camino de la convergencia", dijo. Añadió que el Gobierno está desplazando déficit público hacia adelante y hacia atrás y puso el acento en el descenso de la recaudación en medio billón de pesetas respecto de lo previsto, por los regalos fiscales".

El portavoz de CiU, Francesc Homs, pidió al PSOE que se aplique las críticas que hace al Gobierno sobre la crispación política. Según Homs, el Gobierno no debe esperar a junio o diciembre para adoptar las medidas que garanticen la convergencia. A empresarios y sindicatos les urgió también a colaborar en este objetivo mediante el diálogo social. Homs se aventuró a afirmar que hay un margen de hasta un punto para el descenso de los tipos.

Tanto el PSOE como los socios nacionalistas del Gobierno asumieron el objetivo de que España esté en el pelotón de cabeza del euro. Jon Zabalía, del PNV, insistió en que la crispación política "no favorece el clima de confianza" y pidió dejar de lado "intereses partidistas".