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En 1996 se notificaron en España 2.000 casos de sida menos que el año pasado

La transmisión heterosexual se convierte en la segunda vía de contagio más frecuente

El balance final sobre el sida de 1996, ofrecido ayer por el Ministerio de Sanidad, confirma una estabilización de la epidemia. El año pasado se notificaron 4.158 nuevos casos, frente a los más de 6.000 de los dos anteriores, y es también la ocasión en que más claramente decrecen en 15 años. España, no obstante, es el país europeo con mayor incidencia de sida y, junto a Italia y Portugal, donde mayor crecimiento experimenta todavía, según un reciente informe de la Comisión Europea. La transmisión heterosexual ya ocupa la segunda vía más frecuente de infección.

, El sida sigue creciendo en España, si bien es verdad que no al ritmo trepidante de la última década. Con todo tipo de prevenciones, el Plan Nacional sobre el Sida valora los datos de 1996 con cierto optimismo. Aún a falta de completar totalmente el registro de nuevos caso s correspondiente a 1996, la previsión es que no superarán de ninguna manera los 6.392 nuevos diagnósticos de 1995 o los 6.933 de 1994, los dos años más azotados por la epidemia."Lo que estos datos indican es que el número de casos nuevos ya no va a crecer más y tienen dos lecturas: que se estabiliza la epidemia por años, pero qué sigue siendo un problema importantísimo en España", explica el responsable del Plan Nacional del Sida, Francisco Parras. "Si hablamos de estabilización, mi deseo es que fuera con cifras más bajas", admite.

En sintonía con el negro panorama dibujado la pasada semana en el informe aprobado por la Comisión Europea (Véase EL PAÍS del pasado 30 de enero), Parras expresa aún su preocupación con la magnitud de la epidemia en España, Italia y Portugal. "Hay que mantener pues la alerta", insiste. La relación sida-droga en estos tres países y la dificultad para acceder sanitariamente a esta población de infectados explica, a su juicio, el desbordamiento de las cifras en los tres países.

El goteo de enfermos ha sido progresivo en España desde la primera víctima de esta infección registrada hace 15 años. En 1995 ya se registró oficialmente un ligero descenso de 600 casos respecto al año anterior. Por ello es acogida con expectación ahora la disminución de 2.000 en la cifra de nuevos diagnósticos que aporta 1996 a la ya larga lista acumulada de enfermos en 15 años: 43.218. De ellos, algo más de la mitad ya ha fallecido a causa de la enfermedad..

Los expertos ya venían anunciando un cierto cambio de hábitos entre los toxicómanos en cuanto a la forma de administrarse la droga. La tendencia muestra una mayor diversificación de las sustancias consumidas y otras vías diferentes a la inyección. Un estudio que está llevando a cabo el Plan Nacional sobre Drogas en Andalucía ya mostraba indicios hace un año de cómo el propio mercado ilegal de la heroína estaba desviando el consumo de esta sustancia hacia las formas inhaladas en lugar de las inyectables.Ésta circunstancia junto a la intensificación de programas de metadona -28.000 plazas en 1996- y de intercambio de jeringuillas hacen albergar a Parras cierta esperanza sobre una disminución real en el futuro del número de nuevos casos de infección entre los adictos a las drogas por vía intravenosa, la población más castigada por el sida en España.

Parejas de toxicómanos

Los toxicómanos constituyen hoy el 63,4% de todos los enfermos de sida españoles. Dentro de los nuevos diagnósticos, suponen el 64%, seguidos de la transmisión heterosexual que ha pasado a ser la segunda causa más frecuente de contagio de la infección en España. En 1996 habían contraído la enfermedad por esta vía un 16,7% de los pacientes diagnosticados.

De momento, la mayoría de los casos de contagio heterosexual está relacionada con el entorno de la drogadicción -parejas sexuales y prostitución-, pero, al igual que está sucediendo en el resto de los países occidentales, este dato demuestra "que tendemos a un cambio en las conductas de riesgo", indica Parras.

El contagio homosexual -el 10,2% de los diagnósticos- ocupaba el pasado año un tercer puesto como vía de transmisión, aunque en el cómputo acumulado desde 1981 es la segunda causa más frecuente de infección.

Siguen igualmente la curva descendente de los últimos años los casos de sida en España por transfusiones de sangre o hemoderivados contaminados -un 0,2%-. También los de transmisión madre-hijo, que ya sólo supone un 0,5% de los nuevos enfermos registrados en 1996.

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