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Entrevista:

"La reforma de la plaza de Oriente es un dislate"

Es la estrella en el gobierno de los mejores" de Alberto Ruiz-Gallardón. El presidente madrileño le fichó para dar lustre a su regimiento. Gustavo Villapalos tiene 47 años y está soltero. Fue profesor de Derecho a los 21 años, catedrático a los 26 y rector de la Universidad Complutense a los 38. Desde que saltó a la cancha política su vida se ha llenado de contratiempos: la enfermedad le ha perseguido sin descanso, le ha dejado sin vacaciones y le ha restado ánimo para continuar. En menos de un año adelgazó 55 kilos con una dieta franciscana (comía diariamente una manzana, una nuez o una bolsa de palomitas) y pasó cinco veces por el quirófano. El bisturí venció su moral política en agosto de 1996. "Cuando me iba a operar por quinta vez, y llegada era la hora, como dice el Evangelio, le comenté al presidente que llevaba mucho tiempo enfermo y que la gente podía criticar esta situación. Alberto Ruiz-Gallardón no aceptó mi dimisión, me dijo que de ninguna de las maneras". Después de esa confesión, Villapalos recupera la moral para advertir que no arroja la toalla y que seguirá en la brecha. Aunque parece como si la política perjudicara seriamente su salud.Pregunta. ¿Le ha sorprendido algo de su nuevo trabajo?

Respuesta. Dámaso Alonso decía que quien no fuera catedrático de Universidad nunca conocería el último reducto de la maldad humana. Así, como puede comprende r, a mí no me ha sorprendido nada de la política.

P. Usted viene de gestionar miles de millones en la Universidad. Ahora le han tocado más de 100.000 millones en la Comunidad. ¿Nota la diferencia?.

R. Esta administración es muy poco ágil. Con la legislación actual, que habría que reformar profundamente porque hay leyes que son totalmente absurdas, si quieres encargarle un cuadro a algún pintor tienes que convocar un concurso.

P. Pero ustedes no necesitan encargar cuadros. Se los encuentran en cuartos oscuros, y hasta dicen que son goyas...

R. (Risas). El médico que me operó me dio un día la enhorabuena por el descubrimiento del supuesto goya, magnífico, en la Comunidad. Y pensé: ¿Quién sabe? Puede ser de la antigua Diputación Provincial". Pero me visitó José Miguel Rueda [director general de Patrimonio Cultural] con los pelos de punta diciéndome: "¡Dios mío, Dios mío! ¡El cuadro es de Mariano Salvador Maella y está catalogado!". Entonces me percaté que allí había un poco de tomate. A lo mejor yo tampoco hubiera evitado ese ridículo. Se trataba de dar la primicia por uno mismo y estaban convencidos de que era un goya.

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P. Se libró del fiasco del falso goya, pero muchos le apuntan como promotor de otro fiasco: la compra del caballo Madrid por 100 millones.

R. Eso se dijo en una tertulia de la COPE porque se les ocurriría esa mañana. La verdad es que no me acuerdo si fui yo. De esa época no me acuerdo de nada.

P. ¿Se acuerda al menos de por qué dejó la Universidad y se alistó en el frente del PP?

R. Me aburría un poco la Universidad. Recibía a más de 2.000 personas al año y aquello se convirtió en una locura. Elegí la opción política que me ofrecieron.

P. ¿Hubiera aceptado un cargo del PSOE?

R. Nunca me ofrecieron nada. Y si lo hicieron, no puedo decirlo. En cualquier caso, nunca estuve en la situación de decidir si aceptaba o no. Además, nunca me hubieran ofrecido la Consejería de Educación; seguiría Jaime Lissavetzky [ex consejero socialista], que lo hizo estupendamente.

P. ¿Su decisión de aceptar la oferta del PP tuvo que ver con su ideología?

R. Absolutamente nada que ver.

P. ¿Se afiliará al PP después de esta experiencia?

R. Nunca he tenido intención de afiliarme a ningún partido.

P. Desde que Ruiz-Gallardón gobierna, todos los rumores, nunca confirmados por nadie, le sitúan fuera del gobierno...

R. Son tiros por elevación hacia otras personas. Como piensan que el presidente no va a promover la destitución de determinadas personas si no es en un maremágnum general de crisis, me colocan a mí porque he estado malo mucho tiempo.

P. ¿Tiene la sensación de que se avecina una crisis?

R. Eso nunca se sabe. Yo, en la vida, ni deseo ni temo demasiado a las cosas. Si me dicen que el presidente me ha destituido, pues muy bien, no me cogeré ninguna pataleta.

P. Ruiz-Gallardón ya ha prorrogado su contrato. Dijo en un pleno que usted seguiría siendo consejero si el PP gana las elecciones en 1999. ¿Le gustaría repetir?

R. León Felipe tiene un verso memorable que dice: "No es lo que me trae cansado este camino de ahora; no cansa una vuelta sola: cansa el andar todo el día, hora tras hora, y día tras día un ano, y año tras año una vida, dando vueltas a la noria".

P. ¿Cómo le va con los dirigentes nacionales del PP?

R. Ni bien ni mal, no tengo tratos. Hace años que no he ido a la sede del PP. Ni he visto a José María Áznar, salvo tangencialmente en algún estreno de teatro.

P. ¿Y con la ministra Esperanza Aguirre?

R. Es una buena amiga desde hace muchos años. Trabajó mucho y bien en el Ayuntamiento. Ahora está llena de buena voluntad y quiere resolver los temas, pero le ha tocado un ministerio problemático y difícil. Nunca he ido a visitarla porque a mí no me gusta visitar a las personas que no me llaman. Pero si me llama, acudiré encantado.

P. ¿Ni siquiera le llamó como miembro que es del patronato para consultarle la destitución de Elena Salgado al frente del Teatro Real?

R. Conmigo no tenían que consultar nada. Era evidente que a mí Elena Salgado me parecía una magnífica gestora, y lo sigo diciendo. Pero si entendieron que era un cargo de confianza, que exigía la libre designación, yo entiendo razonable que la destituyeran, pues el Teatro Real es un proyecto que cuesta muchísimo en el que la confianza es decisiva. Si yo hubiera sido presidente del patronato no la hubiera cesado porque creo que no se puede encontrar mejor gestor que Elena Salgado.

P. El próximo 11 de octubre se inaugura el Teatro Real con La vida breve, de Manuel de Falla. ¿Le gusta?

R. A mí la pieza me parece poco adecuada. La vida breve tiene como principal cualidad ser breve. En un acto de inauguración al que va la Corona y muchas otras personalidades, hay que tener la atención protocolaria de no poner una obra de seis horas, como Parsifal. Esta obra tiene la virtud de la brevedad, pero a mí Falla no me gusta.

P. ¿Qué hubiera elegido?

R. Música española de gran calidad, que es ahora mismo difícil de encontrar. O una obra muy popular, que por otra parte es la más difícil de hacer, como Rigoletto, Il trovatore o La Traviata.

P. Con la ministra de Educación tiene que negociar las trasferencias sobre enseñanza no universitaria. La primera oferta oficiosa es traspasar esta materia a la Comunidad tomando el presupuesto de este año como referencia. ¿Qué le parece?

R. Si se mantiene esa propuesta, la hipoteca para la Comunidad de Madrid podría llegar a los 50.000 millones anuales. Y no se recuperaría nunca. El presidente es muy consciente de eso y creo que no lo va a aceptar.

P. ¿Y si se lo imponen?

R. Entonces tendrá que asumir otro la consejería. No por orgullo ni por nada, sino por el grave perjuicio para Madrid.

P. Usted ha optado por resucitar el Círculo de Bellas Artes antes de agilizar las obras del gran centro de la cultura que el PSOE proyectó en la vieja cervecera de Arganzuela y que Ruiz-Gallardón se comprometió a hacer. ¿Por qué?

R. Yo no vi nunca aquel proyecto, aunque se va a cumplir con esas obras para darle un uso cultural. Para hacer un Pompidú en Madrid hay que hacerlo en el centro de la ciudad, no en Arganzuela. El Círculo de Bellas Artes estaba muerto por falta de dinero. Con nuestra aportación será el hito cultural de Madrid.

P. Otro hito, en este caso arqueológico, fue el descubrimiento de una parte de la Casa del Tesoro en la plaza de Oriente, que usted autorizó derribar sin que ningún experto resolviera las disputa de dos arqueólogos por la conservación de estos restos.

R. Tuve una operación tremenda en julio que me cicatrizó el 15 de agosto, cuando ocurrieron los hechos. Llamé a mi director general de Patrimonio a Extremadura. Me dijo que se había pedido un tercer informe a Mora Figueroa, pero no era sobre la Casa del Tesoro. Si yo hubiera cogido el tema desde el principio, probablemente hubiera pedido un tercer informe a algún experto. Pero a las alturas que yo me enteré ya no quedaba nada.

P. ¿Qué le parece la reforma de la plaza de Oriente?

R. Lo peor es la judicialización de este asunto por parte de la oposicíón, porque es absurdo que alguien quiera causar un daño deliberado al patrimonio. Otra cosa es el proyecto; a mí no me gusta ni me gustó nunca, me parece un dislate. La salida del túnel a la altura de la Almudena es un verdadero adefesio porque te priva del conjunto arquitectónico. Se podría haber encontrado una solución más sencilla desviando el tráfico si lo que querían era peatonalizar esa zona. Es absurdo organizar este montaje para justificar un túnel y un aparcamiento.

P. Su proyecto principal es la nueva Universidad Rey Juan Carlos. Ha arrancado con sombras -la dimisión del rector dos meses después de ser elegido- y luces -Repsol invertirá 17.000 millones en el nuevo campus-¿Qué futuro le vaticina?

R. No se trata de hacer una universidad más, sino la universidad de referencia en toda España. Estará muy ligada a la tecnología. Esperamos que haya un puesto de Internet por cada alumno. El próximo curso iniciará su andadura con cursos de biomedicina en algunas aulas del hospital de Alcorcón que nos prestarán. Parece, además, que Repsol tiene pensado encargar a los arquitectos Norman Foster y Santiago Calatrava proyectos para esta nueva universidad.

P. Esta Comunidad que usted gobierna gasta decenas de miles de millones en ampliar el metro. ¿Qué opina?

R. Creo que es una cosa importante, de gran impacto para una región que es una de las peor comunicadas. Está bien escogida esa prioridad, pero prioridad no significa exclusividad. En el futuro será necesario diversificar el gasto. Tierno ganó las elecciones en el Ayuntamiento dándole prioridad a la cultura. No estaría de más darle prioridad a la cultura alguna vez y a la educación.

P. ¿Qué le parece el Festival de Música Independiente (Festimad) que se celebra.todos los años en Móstoles?

R. Es un magnífico montaje comercial. Logran llevar grupos que interesan. La mayor bronca que he echado yo desde que estoy aquí es por no haber entrado en Festimad en las fiestas del año pasado. Por eso, este año tenemos una relación espléndida. Yo necesito para la Comunidad a alguien que me cubra la cultura alternativa.

P. ¿Qué borraría de estos 19 meses?

R. Me gustaría borrar los 19 meses y estar ahora al principio de todo. Haría las cosas de una forma diferente. Por ejemplo, no hubiera hecho régimen, pues, según los más conspicuos autores, ha sido la causa de la lipólisis [acumulación de grasa] que he sufrido y que me ha llevado al quirófano.

P. ¿No se ha aburrido de estar semanas enteras en la cama?

R. Entre mis cualidades está la paciencia. Me he aficionado tanto a la cama que, lejos de aborrecerla, se ha convertido en una de las cosas más creativas. Miras el. paisaje, escribes, te comes una piruleta. Me lo he pasado estupendamente. Tan bien, que estoy dispuesto a sustituir la mesa del despacho por una cama. [Villapalos ha publicado un libro sobre los valores y prepara otro trabajo cuyo título será Ética para nuestro tiempo].

P. ¿Cuál es el valor principal de Alberto Ruiz-Gallardón?

R. El coraje para tomar decisiones que son difíciles de asumir por su electorado. Además, es magnánimo y laborioso.

P. ¿Y cuáles le faltan?

R. No me he fijado, pero no le debe faltar ninguno, porque la gente vota el compendio de todos los valores.

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