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Un bebé de madre 'prestada' nace dos años después que su gemelo

La historia constituye toda una metáfora de los tiempos que corren en el terreno de la reproducción humana. Los protagonistas son dos hermanos gemelos británicos, nacidos con una separación temporal de 22 meses y que suman entre ellos tres madres. Los bebés, el segundo de los cuales nació el jueves en una clínica de Cambridge (Inglaterra) especializada en tratamientos de fertilidad, poseen unos padres naturales y dos diferentes madres, dos mujeres que prestaron sus úteros para la gestación.Ambos bebés fueron concebidos a partir del mismo lote de óvulos congelados utilizando técnicas de fertilización. Sus padres, Tricia y Julian Gunther, habían recurrido previamente y sin éxito a tratamientos de fertilidad convencionales. Un quiste en un ovario impedía a Tricia Gunther, una profesora retirada de 41 años de edad, concebir. Tampoco resultaron útiles en su caso las técnicas de fertilización in vitro, mediante las cuales óvulos extraídos del ovario de una mujer son fertilizados con el esperma de su compañero en un laboratorio y reimplantados de nuevo en el útero. Sus embarazos eran extrauterinos.

Los Gunther optaron entonces por intentar la fórmula de las madres prestadas. La búsqueda de voluntarias se llevó a cabo mediante anuncios desplegados en los escaparates de varias tiendas en la localidad de Handbridge (Chester), donde residen. El periódico local encontró conmovedora la petición y se sumó a la campaña con gran despliegue de medios.

Así fue como los Gunther encontraron primero a Teresa Finlay, una mujer de 31 años de edad, casada y madre de un hijo, y 15 meses, después a Gaynor Crutchley, de 31 años y madre de tres hijos, que acaba de dar a luz al segundo y -todavía sin nombre- bebé gemelo.

Sin lazo maternal

En declaraciones al diario Dady Mail, Gaynor Crutchley se mostraba encantada del servicio prestado a los Gunther y puntualizaba, respecto a sus sentimientos: "Cuando la comadrona preguntó a quién tenía que entregarle el bebé yo le señalé a Tricia y dije 'A la madre'. Pero", añade Crutchley, "cuando lo cogí en mis brazos, pude darme cuenta de que el lazo maternal no existía. Es desde luego una sensación extraña, pero mis sentimientos hacia ese bebé fueron muy distintos de los que en su momento me inspiraron mis hijos".Se trata de algo muy parecido a lo que ya experimentó la madre biológica de la pequeña Jennifer, Teresa Finlay, hace 22 meses. "Para mí no significó nada más que una tarea terminada", señala Finlay.

Desde el punto de vista legal, sin embargo, es la mujer que da a luz el bebé la que puede considerarse como su madre a todos los efectos. El matrimonio Gunther deberá por consiguiente iniciar un proceso de adopción, por la vía rápido, para poder hacerse con la patria potestad sobre su hijo.

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