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Lébed 'vende' su imagen en el exterior para impulsar su carrera hacia el Kremlin

El carismático general retirado Alexandr Lébed, que no oculta sus intenciones de convertirse en el próximo presidente de Rusia, anunció ayer que participará en el foro económico mundial de Davos (Suiza) el próximo mes de febrero. El nuevo viaje al extranjero del popular político ruso se encuadra dentro de la ofensiva que ha lanzado Lébed, después de ser destituido como secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, para darse a conocer en los países occidentales y demostrar que no es una persona a la que se deba temer.El discurso de Lébed en Davos se centrará en "la situación económica actual de Rusia" y en "las perspectivas de las relaciones comerciales" entre Moscú y Occidente. Pero lo más importante es que el general retirado hablará en calidad de candidato a la presidencia de Rusia, aunque todavía nadie haya anunciado comicios anticipados y Borís Yeltsin permanezca oficialmente a la cabeza del Estado. La participación de Lébed en el foro de Davos, de confirmarse -ya que de momento no está invitado-, será similar a la que tuvo el líder comunista Guennadi Ziugánov antes de las elecciones de 1996: demostrar al mundo occidental que es un político serio con el que se puede negociar.

El ex general comenzó su campaña electoral -o más bien la continuó, ya que participó en los comicios del verano de 1996, en los que obtuvo el tercer lugar en la primera vuelta y en la segunda aseguró la victoria de Yeltsin- cuando todavía estaba en el Kremlin. Ya entonces, antes de que Yeltsin fuera operado del corazón, creía que el presidente no permanecería en su puesto los cuatro años de su mandato y que habría elecciones anticipadas.

La nueva desaparición de Yeltsin del Kremlin, oficialmente aquejado de neumonía doble, ha hecho que todos los potenciales pretendientes a la jefatura del Estado comiencen a actuar con miras a unos próximos comicios.

Lébed efectuó su primer viaje oficial al extranjero a principios de octubre de 1996 -pocos días antes de que fuera expulsado del Kremlin- en Bruselas, donde se entrevistó con el secretario general de la OTAN, Javier Solana. En noviembre, ya como abierto opositor a Yeltsin, visitó EE UU, donde se ganó a los norteamericanos con frases como ésta: "No estoy dispuesto a ponerme nervioso por la ampliación de la OTAN". Este mismo mes, Lébed volvió a EE UU para asistir a la ceremonia de juramento del presidente Bill Clinton.

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