Los muertos en el Ramadán argelino se acercan ya a los dos centenares
Dos personas murieron y otras 20 resultaron heridas ayer en la explosión de una bomba de fabricación casera en el mercado central de Blida, 50 kilómetros al sur de Argel. Con este nuevo atentado, se acerca ya a 200 el número de muertos a manos de los integristas desde que comenzó el Ramadán, el pasado día 10.El artefacto de ayer estaba escondido en el interior de una cesta depositada en el interior del mercado de Bab Dzira, en pleno centro de la ciudad, muy cerca de donde se han producido en los últimos dos meses otros atentados con explosivos.
Este último ataque vuelve a poner en evidencia la fragilidad de los dispositivos de seguridad del Ejército y la policía, que desde hace más de cinco años han estalecido en toda la ciudad una serie de cordones de control concéntricos para intentar proteger la treintena de cuarteles existentes en el casco urbano de Blida, sede de la 1 Región Militar.
La prensa de Argel reaccionó ayer con dureza contra el Gobierno tras la oleada de atentados desencadenada en los últimos meses. El más agresivo y crítico de todos los periódicos fue Le Matin, que en su primera página acusaba al poder del haber cometido un "delito de silencio" y reclamaba del Ejecutivo una declaración que tranquilice a la población.
El diario privado El Watan se mostraba también crítico con las autoridades y se preguntaba: "Cómo ha llegado el terrorismo a este grado de poder y de destrucción?". Las mismas preguntas se hacían el periódico en lengua árabe El Jabar y el publicado el lengua francesa Liberté. Este último rotativo considera que sigue siendo un enigma de dónde proceden todas esas bombas y atentados.
La radio estatal iraní respondía ayer estas preguntas con un mensaje en el que insinuaba que el responsable de todas estas acciones era el propio Gobierno argelino, que trata así de desacreditar al movimiento integrista y provocar su fracaso. Para la emisora iraní, las razones de estas explosiones son muy complejas, aunque "curiosamente no se dirigen contra instalaciones del Estado, o del Ejército, si no más bien contra la población".
