Rajoy y Benegas consuman la ruptura autonómica entre el Gobierno y el PSOE

Las esperanzas de un gran pacto autonómico en España se frustraron ayer en apenas 90 minutos. El ministro de Administraciones Públicas, Mariano Rajoy, y el secretario de e Políticas del PSOE, Txiki Benegas, pusieron el último sello al acta del fracaso y llegaron a la conclusión de que era imposible el acuerdo en la primera gran negociación Gobierno-oposición desde que el Partido Popular llegó al poder. El Gobierno de José María Aznar quiere alcanzar un pacto autonómico, que no incorpore la financiación, y el partido socialista la exige como condición indispensable.

El acuerdo era difícil, pero tanto Mariano Rajoy como Txiki Benegas estaban obligados a intentarlo. Ninguno de los dos, ni las instancias que representan, quieren pasar a la historia como responsables del desacuerdo sobre una cuestión histórica de consenso entre partidos como ha sido la estructura territorial de España.Rajoy admitió que había convocado a Benegas porque los 10 presidentes autonómicos del Partido Popular pidieron al Gobierno la pasada semana que intentara un pacto con el PSOE a escala nacional para aumentar los techos de las comunidades de vía lenta, las reguladas por el artículo 143 de la Constitución. Una reforma de los estatutos que, por cierto, el PP y el PSOE están pactando en algunas regiones, como Aragón y Castilla La Mancha.

Benegas tampoco podía faltar a la cita, aunque era consciente de la enorme distancia que separaba a las dos posiciones, porque tenía que mantener la imagen de que los socialistas estaban dispuestos a pactar. Pero ni Rajoy ni Benegas albergaban ningún optimismo. Benegas admitió, al finalizar su reunión con Rajoy, que ya no habrá nuevos intentos. Sólo dejó la puerta abierta para un eventual pacto local o para la futura reforma del Senado. Pero en el terreno estrictamente autonómico, el compromiso, al menos hoy, es imposible.

Justificaciones

La reunión terminó como el rosario de la aurora. Tanto Rajoy como Benegas, en ruedas de prensa separadas, trataron de justificar sus posiciones respectivas. Estuvieron mejor cuando atacaban la actitud del otro que cuando defendían la suya. Benegas recordó como el PP, obligado por el resultado electoral y su pacto de investidura, acordó el modelo de financiación con los nacionalistas y luego ha intentado imponerlo a las demás fuerzas políticas, incluido el PSOE."No podemos aceptar un pacto autonómico mutilado", afirmó Benegas. El representante del PSOE reprochó al Gobierno su pacto unilateral con CiU para después imponerlo a las restantes autonomías. Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha sostienen que el nuevo sistema vulnera derechos constitucionales, entre ellos el de igualdad de todos los españoles ante la ley, además de beneficiar a las regiones más ricas.

Rajoy atacó a los socialistas por no querer acordar, al menos, un pacto parcial, como la reforma de los estatutos de las comunidades de vía lenta. El ministro recordó que, en 1992, González, entonces presidente del Gobierno, y José María Aznar, líder de la oposición, pactaron un primer aumento de los techos autonómicas de esas comunidades. "Sólo pedimos el mismo trato que nosotros dimos a los socialistas cuando estábamos en la oposición", dijo Rajoy.