Un comité del Congreso de EE UU pide una multa, de 40 millones para Gingrich
Unas 48 horas, las de este fin de mana, separan dos acontecimientos políticos cruciales en Estados Unidos. En la noche del viernes, el Comité de Ética del Congreso, por 7 votos a favor y 1 en contra, aprobó que el republicano Newt Gingrich sea sancionado con una reprimenda pública y una multa de 300.000 dólares (unos 40 millones de pesetas) por haber financiado irregularmente su propaganda partidista haber mentido a los investigadores de ese comité. El pleno de Cámara deberá pronunciarse el martes. Entretanto, mañana, al mediodía, el demócrata Bill Clinton, el hombre al que Ginrich quiso borrar de la escena con su revolución conservadora, tomará posesión de su segundo mandato como presidente.La felicidad de los demócratas es completa. Mientras ultiman los preparativos para los diversos acontecimientos sociales que se celebrarán mañana en Washington en honor de Clinton, leen periódicos y escuchan noticiarios de radio y televisión consagrados casi enteramente al bochorno de Gingrich, el hombre que ha encarnado en los últimos años el extremismo conservador y la oposición virulenta a la Casa Blanca demócrata. Las encuestas corroboran sus impresiones: el 57% de los norteamericanos, según una difundida por Reuter, creen que, pese a sus pecadillos, Clinton es más honesto y digno de confianza que Gingrich; el 22% opina lo contrario.
Y es que lo ocurrido el viernes no tiene precedentes en la historia del país: jamás el presidente de la Cámara de Representantes, el tercer puesto en la jerarquia norteamericana tras el presidente y el vicepresidente, había recibido semejante rapapolvo. Tras cinco horas y media de audiencia pública televisada, los cuatro miembros demócratas del Comité de Ética del Congreso y tres de los cuatro republicanos dieron su visto bueno al duro informe preparado por el investigador especial del caso Gingrich, el abogado independiente James Cole. Según ese informe, Gingrich violó, de modo "intencionado" e "imprudente", las leyes fiscales federales al emplear fondos libres de impuestos de organizaciones humanitarias para pagar la difusión a escala nacional por un canal de televisión de las conferencias que había dado a estudiantes de Georgia sobre su revolución conservadora.
El Comité aceptó las sanciones propuestas por el informe: una reprimenda pública y el pago de una multa, que se destinará a pagar los gastos de la investigación. El Comité también aprobó que se envíe el expediente Gingrich a las autoridades fiscales, que deben determinar si hallan indicios de delito que deban ser puestos en conocimiento del Departamento de Justicia. Mientras esto ocurría, Gingrich pronunciaba en otro lugar de Washington una conferencia contra la droga.
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