Dimite el canciller austriaco Vranitzky
El canciller austriaco, el socialdemócrata Franz Vranitzky, dimitió ayer inesperadamente de su cargo de jefe de Gobierno y propuso como sucesor al hasta ahora ministro de Finanzas, Viktor Klima, que, según los sondeos de opinión, goza de mayor prestigio desde hace algún tiempo. Vranitzky, de 59 años, que también deja la presidencia del Partido Socialdemócrata Austriaco (SPOE), argumentó que, tras 10 años al frente del Ejecutivo y de la dirección de su partido, ha llegado la hora de ceder el paso a líderes más jóvenes. Klima, de 49 años, pasa por ser un gran colaborador de Vranitzky y ha sido el artífice de la reciente y polémica privatización del segundo banco público del país.
La posición de Vranitzky se vio debilitada dentro del SPOE después dé la grave derrota sufrida en las elecciones europeas del pasado octubre, en las que perdió el 9% de los votos en comparación con las legislativas de 1995. Con el 38%, el SPOE encabeza el Gobierno de coalición con el Partido Popular, pactó que se mantiene, no sin conflictos, desde 1987. Los enfrentamientos sobre el plan presupuestario llevaron a una ruptura de la coalición y a elecciones anticipadas en 1995.Actualmente, el clima político es tenso como consecuencia de la crisis ocasionada por la fusión de los dos bancos más importantes del país. Si bien los socialdemócratas y los populares habían acordado la privatización de entidades bancarias, el Partido Popular se opuso a que la participación estatal del Creditanstalt (CA), institución de su dominio, fuera adquirida por el Bank Austria, que se encuentra bajo influencia política de los socialdemócratas. Para presionar a su socio de coalición, los populares se mostraron dispuestos a pactar con el partido opositor ultraderechista de Jórg Haider, el Partido Liberal, lo que hubiera agravado la crisis gubernamental. Pero el pasado fin de semana ambas partes cedieron y se llevó a cabo la venta del CA al Bank Austria con el arbitraje extraoficial del presidente de la República, Thomas Klestil.
La solución a este conflicto fue debida a la habilidad política del socialdemócrata Klima, ministro de Finanzas. Esta victoria ha supuesto que llegara el momento justo para el relevo a la cabeza del Gobierno, algo que venían ya adelantando varios observadores.
Desde la oposición, Jórg Haider interpretó la dimisión de Vranitzky como una declaración de derrota ante el auge de su partido, que en las últimas elecciones europeas se llevó un 28% de los votos. El dirigente ultraderechista espera entablar un mejor diálogo con el nuevo primer ministro, ya que Vranitzky había optado por tratar con distancia a Haider, a quien no consideraba apto para un diálogo democrático.
Retirada razonable
Heide Schmidt, del Foro Liberal, considera que finalmente Vranitzky admite sus fracasos y que su retirada es la única reacción "razonable" para emprender reformas en el país.También dentro del Partido Socialdemócrata son positivos los comentarios sobre la dimisión del canciller y la designación del sucesor. Miembros del SPOE admitieron su sorpresa por el repentino relevó, aunque reconocieron que esperaban desde hace tiempo la dimisión.Desde que Vranitzky está en el poder, el Partido Socialdemócratá, uno de los más fuertes de Europa, ha perdido respaldo popular. Lo votaban en 1987 el 43% de los austriacos; en 1995, sólo un 38%.
Pero a pesar de este retroceso, se reconoce que Vranitzky ha conseguido mantener a la socialdemocracia como el partido más fuerte de Austria mientras que en muchos otros países europeos la izquierda ha tenido que pasar a la oposición. En las elecciones de 1995 fue elegido por quinta vez y logró incluso fortalecer su posición. Sus opositores elogian la integridad de este economista, hijo de obreros, que trabajó en la banca antes de entrar en la política.
Cuando en 1986 fue elegido canciller, el Partido Liberal (FPOE), minoritario, formaba con los socialdemocratas el Gobierno de coalición. En señal de rechazo al ascenso de Haider Vranitzky disolvió la coalición. Su clara postura contra las tendencias neofascistas le trajo popularidad, en las esferas liberales austriacas.
Viktor Klima, de 49 años, es el cuarto canciller socialdemócrata que desde 1970 dirige el Gobierno austriaco. Al igual que su predecesor, Klima es experto en finanzas. Trabajó como gerente en la empresa de petróleo austriaca OEMV. Su carrera política ha sido vertiginosa. Como ministro de Transportes logró resolver el polémico acuerdo sobre tráfico de tránsito con la Unión Europea; como titular de Finanzas, desde 1995, ha estado llevando adelante el plan de privatizaciones de empresas estatales.
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