Yeltsin deberá prolongar su estancia en el hospital

Borís Yeltsin seguirá hospitalizado toda esta semana y deberá guardar reposo durante dos o tres semanas más en su residencia posteriormente, según manifestó ayer el médico jefe del Kremlin, Serguéi Mirónov, quien antes había pronosticado que el presidente de Rusia recibiría el alta esta semana.En una rueda de prensa en el Kremlin, Mirónov dio algunos detalles sobre los males que aquejan a Yeltsin. Según su versión, el líder se resfrió al salir de un baño de vapor ruso, y el pasado 5 de enero -exactamente dos meses después de que le instalaran cinco puentes cardiacos- se le diagnosticó una bronquitis aguda que, al día siguiente, se convirtió en una neumonía doble. Un grupo de prominentes médicos rusos, entre los que figuran un experto pulmonar, un reumatólogo, un gastroenterólogo y otros especialistas, se reúnen diariamente para determinar el tratamiento del paciente.

Aunque Yeltsin, según sus portavoces, examina ya documentos y recibe alguna visita como la del jefe del Gabinete, Anatoli Chubáis. Los médicos, que no ocultan sus dificultades para bregar con el paciente, se resisten a permitirle un programa de trabajo regular.

La neumonía, según el médico jefe del Kremlin, es una "pérfida" enfermedad y "naturalmente puede tener muchas posibles complicaciones". Yeltsin, que el 1 de febrero cumple 66 años, lleva seis días sin fiebre y su estado de salud se ha "estabilizado considerablemente". Tratando de demostrar que el presidente no está incapacitado, Mirónov dijo que Yeltsin se despierta a veces a las tres y media de la madrugada, trabaja durante tres horas y vuelve a dormirse.

A juzgar por las declaraciones médicas, el programa del presidente para fines de este mes y principios de febrero está en el aire, aunque el Kremlin sigue dando por supuesto que sigue en pie: cumbre de los países de la CEI a fin de mes y un viaje a La Haya el 4 y 5 de febrero.

Mientras, la Duma Estatal inauguró ayer su primera sesión de este año con un plan para cesar al presidente. Este plan tiene pocas posibilidades de éxito, dada la inexistencia de una ley que determine el procedimiento legal para cesar al presidente por motivo de salud.