Aznar se compromete en una reunión con Gutiérrez y Méndez a no abaratar el coste legal del despido

Una discreta reunión celebrada en la noche del martes ha servido para que el presidente del Gobierno y los líderes de CC OO y UGT eliminen discrepancias y malentendidos. José María Aznar se ha comprometido con Antonio Gutiérrez y Cándido Méndez a no abaratar el coste legal del despido, a no interferir en el diálogo patronal-sindicatos sobre el mercado laboral, y a no fijar plazos. El cuarto participante en esa reunión, Javier Arenas, ministro de Trabajo, subrayó ayer que el Gobierno ya no pone plazo limite para que los agentes sociales alcancen un acuerdo.

Algunos de los obstáculos que impedían un avance en el diálogo sobre el mercado laboral se han salvado en las últimas 48 horas. En la tarde del martes, la Junta Directiva de CEOE daba luz verde a sus representantes para que impulsen la discusión y concluía que las propuestas de los sindicatos, con algunas salvedades, son un buen punto de partida para abrir las negociaciones oficiales, previsiblemente la próxima semana. En la noche del mismo martes, José María Aznar y Javier Arenas celebraban un encuentro reservado con los líderes sindicales para aclarar algunas diferencias.De allí salió un compromiso firme. El presidente del Gobierno impulsará y apoyará la negociación entre patronal y sindicatos, tras mostrar su convencimiento de que un acuerdo social es más deseable que cualquier reforma laboral impuesta. Asimismo, les aseguró que no abaratará el coste legal del despido. Es decir, mantendrá para las rescisiones de contrato improcedentes la indemnización de 45 días de salario por año trabajado y para los despidos objetivos procedentes, de 20 días.

Respeto al diálogo

Aznar y Arenas mostraron su apoyo al objetivo que se han marcado los agentes sociales: lograr mayor estabilidad en la contratación temporal -afecta ahora al 35% de los asalariados-, reducir las modalidades y clarificar las causas del despido objetivo para que no se conviertan indebidamente en improcedentes si hay razones económicas, productivas, organizativas o tecnológicas.La reunión era consecuencia de la carta que Méndez y Gutiérrez enviaron en diciembre al presidente del Gobierno, en la que mostraban su malestar por lo que consideraban "injerencias" del Ejecutivo en la negociación patronal-sindicatos. Esa iniciativa se producía después de que Aznar dijese públicamente que preparaba un contrato laboral ágil y Arenas lanzase un ultimátum para que cerrasen el diálogo en las primeras semanas de este año. Las centrales pedían respeto a la libre negociación de los agentes sociales y a un proceso muy complicado en el que se abordan terrenos minados como el despido y la contratación.

Esa petición ha dado sus frutos unas horas después del encuentro de La Moncloa. Ayer Aznar alentaba a empresarios y sindicatos a que alcancen un acuerdo. En los Desayunos de RNE, el presidente afirmaba que "la estabilidad política y económica debe aprovecharse en términos de empleo", animaba a los agentes sociales a "que hablen en serio y logren un acuerdo como lo desea fervientemente la sociedad española", y calificaba de "inconveniente" que un 35% de los asalariados trabaje con contratos temporales. También el ministro de Trabajo lanzó un guiño a los sindicatos y a CEOE al afirmar que el Gobierno no les pone fecha límite para alcanzar un pacto, porque eso sería un error que podría desembocar en un desacuerdo. Paralelamente José María Cuevas, presidente de CEOE, remitió sendas cartas a los líderes de UGT y CC OO, en las que les informa que su Junta Directiva ha constatado "vuestra voluntad de desarrollar una nueva etapa de negociación". También les propone una reunión inmediata para empezar a concretar las medidas sobre contratación y despido, como aspectos "indisolublemente unidos", que aborde "el tratamiento legal del despido objetivo procedente e improcedente, y su nueva regulación; el análisis de la contratación; la adecuación de las figuras contractuales; y la coordinación de la negociación colectiva".