El Gobierno británico estudia privatizar el metro londinense
El ministro de Transportes británico, George Young, confirmó ayer en la Cámara de los Comunes que el Gobierno conservador está estudiando la privatización del metro de Londres, el más antiguo y extenso del mundo. La noticia de que los tories se disponen a incluir en el manifiesto electoral la venta de este fabuloso, aunque lleno de achaques, metropolitano, más conocido como tube, fue publicada el domingo por el rotativo The Independent on Sunday.
El ministro de Transportes recordó durante su comparecencia en el Parlamento que la primera alusión a esta iniciativa corrió a cargo del primer ministro John Major, que la deslizó en una de sus intervenciones en el congreso conservador de octubre pasado. "Ya entonces el primer ministro dijo que estábamos estudiando cómo podría aplicarse al metro una privatización tan exitosa como la del ferrocarril. Pues bien, este estudio se está desarrollando ya", dijo Young.
Andrew Smith, encargado de Transportes laborista, criticó una iniciativa que, a su juicio, viene a demostrar hasta qué punto el Gobierno tory es una desgracia para Londres.
El metro londinense, con más de 130 años de historia, sufre las consecuencias de su propia magnificencia y de décadas de pobre financiación. Pese a ser uno de los transportes públicos más caros del mundo -un billete cuesta unas 200 pesetas- y uno de los más utilizados -cada día transporta a 2,5 millones de viajeros-, debe apoyarse en los presupuestos del Estado para sobrevivir. El proyecto tiene pocas posibilidades de salir adelante si los laboristas ganan las elecciones generales del próximo mayo.
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