Fuerte despliegue policial en Jerusalén por el Ramadán.
Israel desplegó ayer más de 3.000 policías en tomo a la ciudadela antigua de Jerusalén con el fin de evitar conflictos en el primer día y viernes del sagrado mes del ayuno musulmán, Ramadán. En la fotografía, unas niñas palestinas pasan entre efectivos israelíes mientras se colocan el velo de camino hacia la mezquita de Al Aqsa. El ambiente era tenso tras el doble atentado del jueves en Tel Aviv, en el que hubo 13 heridos. Yasir Arafat aseguró que los palestinos "no tienen nada que ver con ese ataque". El líder palestino hizo estas declaraciones durante su participación en el homenaje al fallecido presidente francés François Mitterrand, realizado por la Unesco en París. Pero mientras, en Israel, el ministro de Seguridad Pública, Avigdor Kahalani, pedía al líder palestino su cooperación para apresar a los responsables del atentado. Arafat acusó en París al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de "sabotear el proceso de paz" con su intento de retrasar dos años la retirada militar de Cisjordania.
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