Lébed dice que en Rusia hay vacío de poder y reclama elecciones

Los aspirantes a suceder a Borís Yeltsin en el timón de Rusia tienen opiniones divergentes sobre la conveniencia de que el líder ruso, aquejado de una neumonía y hospitalizado desde el miércoles por la noche, abandone definitivamente el Kremlin. y despeje el camino para unas elecciones presidenciales. "Hay un vacío de poder" dijo ayer Alexandr Lébed, ex consejero de Seguridad de Yeltsin y gran favorito en caso de que se celebraran elecciones a. corto plazo. Yeltsin "debería dimitir" insistió. "Alguien tiene que gobernar". El reformista Grigori YavIinski cree que los males que padece Rusia no son achacables a la enfermedad de Yeltsin, sino a una política. y un equipo que ya son del pasado.

Según el servicio de prensa del jefe del Estado, los médicos de la Hospital Clínico Central trataban ayer con antibióticos la neumonía de Yeltsin, sometido a una "terapia de fortalecimiento general" y con "temperatura normal" por la mañana. El patriarca de la cirujía cardiaca norteamericana, Michael DeBakey, que mantiene contacto con los médicos que atienden a Yeltsin, ha pronosticado en una entrevista a la británica BBC que Yeltsin pasará tres días en el hospital y que su condición de operado le permite afrontar mejor su enfermedad que sí no le hubieran implantado cinco puentes cardiacos el pasado 5 de noviembre.El jefe del Gobierno, Víktor Chernomirdin -que asumiría interinamente la presidencia en caso de fallecimiento de Yeltsin- inició ayer las previstas vacaciones de varios días en un intento de mostrar la normalidad de la situación. Chernomirdin, que descansará en las afueras de Moscú hasta el -día 15, conversó telefónicamente con Yeltsin durante un cuarto de hora por la mañana sobre "asuntos actuales de la vida del Estado", según la agencia Itar-Tass. Estos contactos telefónicos continuarán durante las vacaciones del primer ministro, según un comunicado oficial.

El político reformista Grigori Yavlinski, uno de los candidatos a la presidencia en las últimas elecciones, discrepó ayer abiertamente con otro de los candidatos, el general Alexandr Lébed, en su análisis sobre la situación en el Kremlin. El presidente apenas ha pisado su despecho desde que fue reelegido el 3 de julio y su ausencia crea la impresión de que Rusia anda a la deriva y sin timonel, con la nave del Estado en manos de personas que cuentan con el apoyo del presidente, pero carecen del respaldo del electorado."Alguien tiene que gobernar"

"Hay un vacío de poder en el país. El presidente está muy enfermo. Debería dimitir", declaró Lébed a un grupo de periodistas a las puertas de su casa en Moscú. "El presidente está en el hospital, el primer ministro está de vacaciones y a la gente no se le pagan sus sueldos. Nadie aborda la economía. Alguien tiene que responder de eso, alguien tiene que gobernar".

Yavlinski, el político ruso que más encaja en un modelo de comportamiento democrático occidental, piensa que los problemas de liderazgo de Rusia no están relacionados con la enfermedad de Yeltsin sino con incapacidadades e incompetencias previas por parte del presidente y de su equipo, como ayer manifestó en la emisora Eco de Moscú.

"Yeltsin no puede resolver los problemas del país, pero no porque esté enfermo, sino porque su época ya pasó hace tiempo", señaló Yavlinski, cuyas posibilidades de ser. elegido están por debajo de las de Lébed y de las del líder comunista Guennadi Ziugánov e incluso de las de Chernomirdin y del alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov. Según Yavlinski, Yeltsin no ha dado respuesta positiva a ninguno de los problemas del país y ni siquiera llega a planteárselos. Rusia eligió a Yeltsin conscientemente, en opinión de Yavlinski, y esta opción significa que "se perderá" un tiempo precioso para resolver las dificultades existentes. "No comparto los consejos de Ziugánov y de Lébed", señaló YavIinski, según el cual el Estado está hoy en manos de un grupo oligárquico y "semidelictivo".