Exteriores advierte que España se juega en los próximos meses su posición en la UE

España se jugará en los próximos meses el lugar de privilegio que ha llegado a ocupar en Europea en los últimos años. La reorganización de la Unión Europea, su ampliación al este, es un proyecto que no tiene al ternativa y, por ello, la apuesta es proporcional a los riesgos. Un fracaso -difícil pero no imposible- tendría consecuencias imprevisibles. Y lo sustancial de esta apuesta se jugará en los próximos meses. Ese panorama de luces y sombras presidió ayer la cumbre de embajadores convocada por el ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, para coordinar la política comunitaria y de seguridad. El príncipe Felipe asistió a la reunión, que se celebró a puerta cerrada en el palacio de Santa Cruz.

Matutes abrió el seminario con una intervención en la que explicó lo que denominó la Agenda 2000, un ambicioso programa político que supondrá una transformación radical del actual horizonte europeo, informaron fuentes diplomáticas.El ministro advirtió que existen intereses externos a un retraso de la adhesión española al núcleo inicial de la Unión Económica y Monetaria, elemento básico del edificio comunitario, que se producirá en el primer trimestre de 1998, pese a que haya voces interesadas que anuncien retrasos. Matutes reafirmó la voluntad española de estar presente, desde el primer momento, en el núcleo inicial de la moneda única, una factor determinante para modernizar la economía española y poder generar empleo, añadieron las mismas fuentes.

La aparición de conceptos como el de "flexibilidad" en la Unión Europea -todavía sin definir claramente y objeto de negociación en la Conferencia Intergubernamental (CIG), que debe concluir el próximo mes de junio- fue otro de los ejemplos de los cambios que se avecinan.

La flexibilidad es la fórmula barajada para construir una Unión Europea compuesta por veintitantos países, de características muy diferentes, frente a los actuales quince. El riesgo es que una excesiva flexibilización de la Unión provoque la marginación de algunos países dentro de la nueva UE.

En el plano de la seguridad, el ministro destacó la voluntad del Gobierno de conseguir una participación adecuada en la nueva estructura de mandos de la OTAN, cuya cumbre de Madrid del próximo mes de julio, puede ser una oportunidad "histórica" para nuestra diplomacia. El reforzamiento de la OTAN es visto, sin embargo, con desconfianza por Rusia y por países del Mediterráneo sur.

Los dineros de la UE

La renegociación de la política financiera europea a partir del año 2000 -la política agragria común y los fondos de ayuda de la Unión- son otros elementos claves para España, que se beneficia de ambos, y que pueden cambiar con la ampliación de la UE a los países del Este.

El ministro subrayó la necesidad de que las embajadas de España tengan una participación creciente dando el máximo apoyo a los agentes económicos en sus países.

Una docena de los treinta embajadores que asisten a la reunión tomaron la palabra para exponer sus puntos de vista tanto sobre la UE como sobre la OTAN. El seminario concluirá hoy con las intervenciones del vicepresidente Rodrigo Rato, y del ministro de Defensa, Eduardo Serra. El presidente José María Aznar recibirá a los embajadores al término del seminario.