Una matanza en el centro de Argel anticipa un Ramadan sangriento por parte de los integristas

La capital de Argelia volvió a ser ayer blanco de un atentado integrista con coche bomba, que causó siete muertos y medio centenar de heridos, según el balance presentado por la televisión estatal. Otras fuentes elevan a 13 las víctimas. La acción, una de las más sangrientas registradas en Argel en los últimos meses, sembró el pánico y el. miedo a nuevos ataques islamistas, con ocasión del Ramadán, que comienzo el viernes. Los integristas han prometido que durante el próximo mes sagrado musulmán desencadenarán una ola de terror. Una serie de matanzas de civiles cometidas durante los dos días anteriores al atentado de ayer habían causado al menos 43 muertos en localidades cercanas a la capital.

El atentado se produjo a las 14.10, hora local (15.10, hora penínsular), al saltar por los aires un vehículo estacionado cerca de la Facultad de Letras, en la céntrica calle comercial de Diduche-Murad, que se hallaba entonces abarrotada de gente, a pocos metros del edificio central de Correos.Cuando ocurrió el incidente, el tramo de la calle citada padecía uno de sus habituales atascos, lo que hizo que la onda expansiva causada por. la explosión afectara a los ocupantes de un autobús urbano, que quedó carbonizado, y a los de varios automóviles, que resultaron dañados. A pocos metros de este lugar, el 31 de enero de 1995 ocurrió uno de los atentados más feroces de la crisis argelina, cuando un conductor suicida estrelló su automóvil repleto de explosivos contra la fachada del edificio de la Comisaría Central y causó 42 muertos y 286 heridos.

Centenares de viandantes huyeron ayer despavoridos por las calles adyacentes por miedo a que volviera a estallar a los pocos segundos otra bomba, conforme a la táctica de "doble atentado" que suelen a veces utilizar los radicales islámicos. Decenas de ambulancias y de coches de bomberos acudieron hasta allí para auxiliar a las víctimas. "Hay muchos muertos y heridos. El pánico es completo", comentó un testigo presencial. El estallido fue de tal intensidad que pudo oírse en un radio de un kilómetro, aproximadamente, lo cual llevó a muchas personas a acudir al lugar, que fue rápidamente acordonado por la policía. Un joven vendedor de periódicos y de dulces y un agente de tráfico murieron en el acto, declaró un anciano que salvó la vida. "Por suerte, los colegios estaban cerrados por vacaciones. De no ser así, los muertos habrían sido muchos más", manifestó con voz temblorosa.

Los habitantes de Argel temen un recrudecimiento de la violencia tras las últimas acciones que se han registrado en localidades de los alrededores de la capital .

El atentado de ayer y los de días pasados no han sido reivindicados, pero tienen el sello claro del Grupo Islámico Armado (GIA). Han aparecido entretanto pasquines islamistas amenazando de muerte a la población y exigiedo a las mujeres llevar velo.

El Ramadán, el mes sagrado de los musulmanes, es considerado propicio para la intensificación de los ataques de los grupos violentos islámicos. Desde hace cuatro años, este periodo se ha visto marcado por la violencia. El Gobierno mantiene imperturbable que el "terrorismo" ha sido vencido y que acciones como las últimas son "actos desesperados". Sin embargo, esta tesis es denunciada por los partidos de la oposición, que estima que la situación se ha agravado notablemente después de cinco años de violencia que han causado 5.000 muertos.