Los sindicatos de Corea del Sur intentan paralizar el país contra una ley de despido libre aprobada por sorpresa

Dos de los principales sindicatos de Corea del Sur han amenazado al Gobierno con paralizar la actividad exportadora del país si no da marcha atrás en un proyecto de ley que autoriza el despido libre y la flexibilidad de horarios.La nueva ley laboral fue presentada ayer por el Partido de la Nueva Corea, que gobierna el país, para su aprobación en la Asamblea Nacional (el parlamento unicameral de Corea del Sur), que finalmente le dio su apoyo. La ley se presentó por sorpresa al amanecer, cuando los diputados de la oposición no se encontraban en la cámara. Los partidos de oposición habían paralizado el proyecto en anteriores intentos del Gobierno.

La maniobra del presidente surcoreano Kim Young-Sam provocó las iras de los sindicatos y la condena de los partidos de la oposición, que calificaron el acto parlamentario como "furtivo".

De inmediato, unos 150.000 trabajadores respondieron al llamamiento a las movilizaciones, formulado por los sindicatos y paralizaron la producción en las factorías de automóviles de Hyundai, Kia y Ssangyong, tres de los principales grupos industriales surcoreanos. Seis de los principales astilleros, en cuya actividad se basa buena parte del comercio exterior del país, también pararon.

La Confederación Coreana de Sindicatos de Comercio (CCSC), con 500.000 afliados, ha llamado una huelga indefinida, en tanto que la Federación Coreana de Sindicatos de Comercio (FCSC), con 1,2 millones de miembros, anunció que se sumaría a partir de hoy con una convocatoria de huelga general de 24 horas.

Los trabajadores del metro de la capital, Seúl, y la mayoría de los hospitales y centros sanitarios del país anunciaron también que se sumarán progresivamente a la huelga. El Gobierno se ha limitado a anunciar que "tomará contramedidas" para paralizar unas protestas que considera ilegales.