Mayor destaca que durante su mandato han sido detenidos 104 etarras en España y Francia

Durante la etapa del actual Gobierno del PP, desde el pasado mayo hasta ahora, las fuerzas de seguridad de España y Francia han detenido a 104 presuntos etarras -39 en territorio español y 65 en el francés- y desarticularon siete comandos, incluidos los de los grupos Y de apoyo a esta banda terrorista. Estos datos figuran en un balance de la actividad realizada desde la llegada de Jaime Mayor Oreja al Ministerio del Interior, que resalta también los éxitos contra el crimen organizado, con la detención de más de un centenar de personas e importantes operaciones antidroga.

Las acciones contra el terrorismo llevadas a cabo en España y Francia "han debilitado tanto a la organización como a la infraestructura de ETA", señala el informe, que destaca que en España han sido desarticulados comandos como el Galicia, Sugoi y Nafarroa, mientras que en Francia fueron detenidos cinco de importantes miembros de la banda, entre los que destaca Julián Atxurra Pototo, responsable del aparato de logística de la organización. Uno de los útimos éxitos antiterroristas ha sido la localización, el pasado noviembre, de dos pisos utilizados por el comando Madrid.El año 1996 se caracteriza por ser uno de los que registran menos asesinatos de ETA, concretamente cinco, cuyos víctimas fueron el abogado socialista Fernando Múgica, el ex presidente del Tribunal Constitucional Francisco Tomás y Valiente, el suboficial de la Ertzaintza Ramón Doral, el sargento del Ejército Miguel Angel Ayllón y el empresario guipuzcoano Isidro Usabiaga.

Además de los cinco asesinatos, ETA ha perpetrado este año dos secuestros, el del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara y el del abogado Cosme Delclaux, a cuyas familias telefoneó el ministro del Interior el pasado martes para expresarles su "solidaridad y cariño" en estas fechas y ante los "momentos de dolor y angustia por los que pasan". También contactó con la familia de Publio Cordón, en paradero desconocido desde que el 27 de junio de 1995 fue secuestrado por los GRAPO. "Es en estos momentos donde hay que demostrar que los que compartimos unos valores democráticos somos muchos más que los que causan tanto dolor y tanta miseria a la sociedad vasca", según explicó Mayor Oreja.

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