"A mí me tocó limpiar los baños"

Los rehenes del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA) que se encuentran retenidos en la sede da la Embajada japonesa de Lima se organizaron para realizar tareas de limpieza como único modo de sobrevivir a las precarias condiciones higiénicas que provocó el corte del suministro eléctrico y de agua a la representación diplomática.Al diplomático español Estanislao de Grandes le tocó, junto al embajador de Austria, el de la Unión Europea y a un congresista peruano, la poco agradable misión de limpiar los aseos.

Pregunta. ¿Cómo eran las condiciones?

Respuesta. Penosas, pero enseguida nos organizamos muy bien. Con coordinadores en cada habitación y reuniones diarias. Nos distribuimos las labores.

P. ¿Qué le tocó a usted?

R. La parte más desagradable, limpiar los baños, junto al embajador de Austria, el congresista de Cambio 90 [gubernamental], Pando; el presidente del Instituto Internacional de la Patata y el representante de la Unión Europea. A veces, cuando era sólo limpiar el suelo, no era tan malo. Pero retirar otros objetos con los consiguientes olores y riesgos, porque al principio no teníamos desinfectantes, y luego no había agua. Hubo momentos en que repartíamos una botellita de zumo por cada tres, una rebanada de pan de molde para cinco. Luego mejoró y en algún momento la comida era excesiva. Y cuanto más comía era más peligroso para la desagradable labor que a mí me habían encomendado.

P. ¿Cómo fue la relación que mantuvieron ustedes con los miembros del comando?

R. Se fue haciendo muy fácil a medida que pasaba el tiempo. El trato fue bueno. No hubo ni insultos, ni vejaciones, ni violencia. Fueron correctos en el trato y educados en las formas. Su propósito era evidentemente transmitirnos y que transmitiéramos una imagen distinta a la que hay de ellos. Y en parte lo han conseguido.