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González intercederá ante Milosevic e investigará el fraude electoral en Serbia

Juan Carlos Sanz

ENVIADO ESPECIAL Felipe González, jefe de la misión enviada a Serbia por la Organización para la Seguridad y Cooperación Europea (OSCE), recibió ayer en Suiza funciones precisas sobre su cometido horas antes de llegar a Belgrado. "No es exactamente una mediación", declaró al poco de aterrizar en la capital serbia, "vengo a estudiar la situación".

Convertido en una suerte de juez instructor, el ex presidente del Gobierno español comenzó anoche su tarea al frente de una delegación multinacional en el despacho del presidente serbio, Slobodan Milosevic, para reunirse más tarde con los líderes de la heterogénea coalición opositora Zajedno (Unidos). González acude a la capital mundial de las manifestaciones (ya van 32 días de marchas callejeras) con un mandato para reconstruir los hechos que provocaron el estallido social: la anulación hace un mes, de los resultados de los comicios locales que favorecían a la oposición. El secretario general del PSOE elevará después su investigación sumarial a la OSCE para que emita su veredicto.

No le va a resultar fácil. En Berna ya anunció que puede ser una "rnisión imposible". El presidente en ejercicio de la OSCE, el ministro de Exteriores suizo, Flavio Cotti, le explicó las reglas del juego: recabar la máxima información posible sobre el supuesto fraude en las urnas. En este simulacro de juicio diplomático la acusación es la coalición Unidos, que reivindica las alcaldías de 15 de las 18 ciudades más importantes de Serbia. El inculpado, sin duda Milosevic, se escuda en instituciones -Comisión Electoral, cúpula judicial- de un régimen hecho a imagen y semejanza suya.

Nutrida delegación

Una docena de diplomáticos y expertos europeos integran la delegación que encabeza González. Suiza, Dinamarca, Polonia, Irlanda, Italia, Holanda, Rusia y EE UU han aportado funcionarios con rango de embajador. Por parte de España, el diplomático Jorge Dezcallar, responsable de Política Exterior y Seguridad Común, asesora al ex presidente socialista. La Unión Europea y la OSCE proporcionan los peritos, es decir, especialistas en procesos electorales. ¿Su misión? Hacerse con los documentos electorales y judiciales claves y recoger los testimonios de las partes enfrentadas.No habrá mediación, pues, en sentido estricto. La oposición parece rechazar incluso este término, según fuentes diplomáticas occidentales en Belgrado. "A González le ha invitado Milosevic, no hemos sido nosotros", clamaba Vuk Draskovic, tras entrevistarse anoche con el ex presidente español. La maratoniana agenda del líder del PSOE -hoy tiene previstas reuniones con periodistas, magistrados, minorías étnicas y políticos- da pie a pensar que intentará confrontar las versiones de todos sus interlocutores.

La OSCE ha llegado a hablar de "diplomacia preventiva", pero lo cierto es que en las calles del casco antiguo de Belgrado, los jóvenes, por puro divertimento, seguían haciendo sonar anoche los pitos con los que atronaban la ciudad en su manifestación de la mañana. Los investigadores europeos acuden a la capital serbia tras un ofrecimiento del propio Milosevic, cuyo Gobierno deja entrever que con la repetición de los comicios se podría arreglar el embrollo. La oposición, sin embargo, no quiere hablar de nuevas elecciones y exige que se reconozca su victoria en las urnas.

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Los 40.000 estudiantes que ayer se echaron a la calle en la capital serbia para recibir con un atasco a la misión de la OSCE pretendían cortar los tres principales puentes sobre el río Sava, que separa al nuevo del viejo Belgrado.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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