González busca el apoyo internacional para evitar que fracase su misión en Serbia

El ex jefe del Gobierno español, Felipe González, pretende conseguir en muy pocas horas una posición común dentro de la delegación de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) antes de llegar hoy a Belgrado para mediar en la crisis política de Serbia. La primera dificultad que González prevé como presidente de la delegación de la OSCE es lograr la unanimidad entre todos sus miembros, entre los que se incluyen Rusia y EE UU, para cumplir la difícil tarea de solucionar el conflicto que opone al presidente Slobodan Milosevic con la heterogénea coalición de la oposición serbia.

El líder socialista no quiere que esta misión se convierta en una tarea personal, sino que la concibe como una tarea de España. Así se lo ha hecho saber al ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, según informan fuentes su partido. A decir de estos interlocutores, Matutes ha coincido en esta visión y ha aceptado la petición de González de contribuir con el respaldo de un, diplomático español, Jorge Dezcallar, embabajador en misión especial para la Política Exterior y de Seguridad Común, ha sido el elegido. "Ministro, ésta [la misión en Serbia] es una operación de un país", dijo González a Matutes un acto informal en el que incidieron la noche del martes Madrid.Colaboradores próximos a González transmiten la preocupación del ex presidente del Gobierno por la dificultad de su tarea. Hoy viajará a Zúrich, donde se reunirá por primera vez con la delegación que va a presidir, después de entrevistarse con el ministro de Exteriores suizo, Flavio tti. La misión estará integrada por un representante de cada uno de los países que forman la ka de la OSCE (Hungría, Suiza y Dinamarca), junto con Estados Unidos, Rusia e Irlanda, este último en nombre la Unión Europea. Precisamente Rusia ha considerado, a través de su Ministerio de Exteriores, que el conflicto serbio es o una "cuestión interna". Expertos en cuestiones electorales de la Oficina de Instituciones y Derechos Humanos de la OSCE asesorarán a miembros de la delegación.

Felipe González prevé la dificultad de encontrar de inmediato una posición común. Su objetivo, no obstante, es lograr la unanimidad en la delegación para evitar que la misión comience con disputas entre quienes han sido elegidos, ante todo, para mediar en un conflicto. Según fuentes próximas a González, lo mínimo que querría el líder socialista español es presentarse ante Milosevic con posiciones enfrentadas.

La necesidad de que las partes en conflicto escuchen una propuesta común es considerada imprescindible por González, ya que de lo contrario su misión podría fracasar. La delegación mediadora de la OSCE parece conocer bien la posición política de Milosevic, pero tiene serias dudas respecto a las pretensiones de los grupos de la oposición que desafían al régimen en la calle desde hace un mes.

El compromiso del Gobierno español de prestar toda su colaboración ha tranquilizado al jefe del anterior Ejecutivo, que consideraba que no iba a contar con suficientes medios para poder llevar a cabo con éxito su misión. Según fuentes socialistas, la Embajada de España en Belgrado colaborará con la misión que encabeza González.

Investigación de los hechos

La víspera de la llegada de la delegación de la OSCE en una misión calificada de "diplomacia preventiva", el régimen del presidente Milosevic se mostraba dispuesto por primera vez a repetir los comicios municipales tras las denuncias de fraude de la oposición. Mientras tanto, 150.000 personas se manifestaban de nuevo por las calles de Belgrado. El ministro yugoslavo de Exteriores, Milan Milutinovic, afirmó ayer en una conferencia de prensa que la OSCE "debe ante todo establecer los hechos". "Si, tras una rigurosa investigación llevada a cabo sin prejuicios, se descubren algunos hechos que nuestras instituciones hubiesen ignorado y se propone una revisión del proceso ¿por qué no celebrar unas nuevas elecciones?", planteó el jefe de la diplomacia yugoslava, quien aseguró que su Gobierno estaba dispuesto a aceptar la presencia de observadores internacionales en unos eventuales comicios.La anulación de los resulta dos que dieron la victoria a la coalición opositora Unidos el pasado 17 de noviembre en 15 de las 18 principales ciudades de Serbia, incluida Belgrado, desencadenó un movimiento de protesta en el que decenas de miles de ciudadanos han secundado las manifestaciones de protesta convocadas por la oposición. Precisamente la tarea encomendada a González consistirá en recabar "información entre todas las fuerzas políticas, así como entre las instituciones y los medios de comunicación, sobre los hechos relacionados con las elecciones municipales.