Los dos gigantes de EE UU se unen contra Airbus
Boeing y McDonnell Douglas anuncian la mayor fusión de la historia y preven facturar 6,2 billones de pesetas
"Estoy aquí para anunciarles que McDonnell Douglas se fusionará con Boeing en una operación de intercambio de acciones". Con esta sencilla frase, Phil Condit, número uno de Boeing, anunció ayer a mediodía en Washington el nacimiento de un auténtico gigante de la aviación comercial y, militar y del sector aeroespacial, con la intención de competir en mejores condiciones la amenaza del consorcio europeo Airhus.
La operación de canje de acciones de McDonnell Douglas por títulos de Boeing tiene un valor estimado de 13.300 millones de dólares (1,7 billones de pesetas). Por cada acción de la promesa se entregará 0,65 acciones de la segunda. A la vista del dato, algunos creen que fusión es un término piadoso y que Boeing, simplemente, absorbe o engulle a su competidora.
Las cifras del conglomerado resultante marean. La unión de las dos empresas bajo el nombre de Boeing Company supone unos activos superiores a los 35.000 millones de dólares (4,5 billones de pesetas). Las ventas previstas para 1997 se cifran en 48.000 millones de dólares (6,2 billones de pesetas), lo cual le permitió ayer a Condit subrayar que Boeing Company "será la primera empresa aeroespacial del inundo".
Amenaza europea
Además de las dos compañías que ayer presentaron en sociedad su enlace, una tercera, Airbus, estaba en la cabeza de todos los que asistieron al anuncio de Condit. El consorcio europeo se encuentra en primer plano de las razones que han facilitado la fusión, que responde a los intereses estratégicos y nacionales de la industria norteamericana.Contrarrestar la presencia creciente de Airbus en el mercado norteamericano, cuando las líneas aéreas USAir acaban de anunciar un pedido firme de 120 Airbus y opciones de compra para otros 280, es de forma bastante transparente uno de los grandes objetivos de la unión.
Las palabras de Phil Condit no dejan lugar a dudas: "Creo que la combinación de fuerzas otorga a nuestra nación, a nuestra empresa y a nuestra gente grandes oportunidades para el futuro, porque trabajando juntos podemos estar a la cabeza. del mundo en el sector aeroespacial, podemos hacer más cosas, podemos afrontar nuevos y apasionantes desafíos y podemos resolver problemas importantes".
En el sector de la aviación comercial, la unión de las dos empresas controlará más del 80% del mercado internacional. La reordenación de la industria defensiva de los Estados Unidos tras la caída del muro de- Berlín, el derrumbe del bloque comunista y el final la guerra fría ha pro vocado una reducción sistemática de los presupuestos del Pentágono. El estrangulamiento de los pedidos de McDonnel Douglas en el área militar parece haberle obligado a arrojar la toalla y buscar la asociación con Boeing para formar un nuevo coloso. El secretario de Defensa, William Perry, ha abogado en diversas ocasiones por la concentración en la industria defensiva, que, según las estimaciones de los expertos, debería eliminar una tercera parte de su capacidad. El pasado 1 de agosto, Boeing llegó a un acuerdo con Rockwell International para comprar la mayor parte de sus divisiones de defensa e industria aeroespacial, los sectores que más necesitaba reforzar.
Las dimensiones de la operación anunciada ayer por sorpresa y en un día festivo, para evitar especulaciones en la Bolsa de Wall Street, imprimen un carácter gigantesco a todos los aspectos de sus resultados. Los pedidos pendientes, la suma de órdenes de compra de las diversas líneas de producción de las dos compañías, desde aviones comerciales y helicópteros hasta cazas de combate y satélites, se sitúa en los 100.000 millones de dólares, 13 billones de pesetas.
Los recursos humanos para producir por este valor consisten en una plantilla combinada de las dos compañías que se situará en tomo a las 200.000 personas, repartidas por factorías, centros de diseño y laboratorios de investigación de 27 de los 50 Esta dos de la Unión. Solamente Boeing, que tiene su cuartel general en Seattle (Estado de Washington) está dividida en 280 empresas distintas. La fusión con McDonnell Doglas, según el anuncio efectuado ayer, mantendrá a ésta como una sección con personalidad propia dentro de la nueva Boeing Company. McDonnell Douglas tiene su sede Saint Louis (Misuri). En la conferencia de prensa de ayer se habló, sin precisiones, de "reordenamientos de la plantilla" como consecuencia de la fusión, con el objetivo de "reducir en la medida de lo posible la amenaza de despidos", aunque esta estimación fue considerada inmediatamente demasiado optimista por los sindicatos. La previsión de ventas de Boeing para 1997 es de 28.000 millones de dólares (3,6 billones de pesetas) y la de McDonnell Douglas, de 20.000 millones (2,6 billones de pesetas). El sigilo en la recta final de las negociaciones convirtió la operación en una sorpresa, pero Boeing y McDonnell Douglas habían comenzado hace más, dos años los contactos para su alianza.
En noviembre de 1995, la filtración de las negociaciones hizo subir notablemente la cotización de las acciones de las dos compañías en Wall Street. Tanto los medios financieros como la Administracíón daban su visto bueno al diseño del proyecto, aunque ya entonces se alertó sobre las posibles dificultades que el Departamento de Justicia podría plantear, debido a las estrictas normas antimonopolio.
La nueva Boeing Company tendrá un poder muy tentador, que podría aprovechar para dictar condiciones a los clientes, proveedores e industrias paralelas de los sectores en los que va a, desarrollar sus actividades, la aviación comercial, la defensa y el ámbito aeroespacial.
Condit aventuró que la fusión no encontrará grandes obstáculos, desde el punto de vista de las leyes contra los monopolios. El nuevo hombre fuerte de Boeing Company aseguró que no ha habido negociaciones previas con la. Administración para garantizarse la luz verde. El proceso de fusión debería quedar concluido el próximo verano.
Aumento de producción
Boeing, la compañía hegemónica en la fusión, se está recuperando a lo largo de 1996 de los problemas del pasado año. Una huelga de dos meses y medio provocó retrasos en la entrega de unos 30 aviones, lo cual, unido a la creciente presencia internacional de Airbus, hizo que la entrega de aviones en 1995 fuera de 206 aparatos, a diferencia de los 270 entregados en 1994.En los nueve primeros meses de este año, Boeing ha conseguido entregar 435 aviones. Entre sus planes de incremento de la producción, anunciados antes de la fusión, la empresa de Seattle se propone pasar de una media de 22,5 aviones al mes a 36 aviones para finales de 1997.
Boeing desarrolla la línea de aviones comerciales 737, 747,' 757, 767 y el nuevo 777. McDonnell Douglas, especializada en defensa y espacio, además de ser el tercer productor mundial en aviación comercial, atravesó una seria crisis en 1994, coincidiendo con la reducción de los pedidos del Pentágono.
Un cambio de dirección y el encargo de fabricación de los nuevos aviones de transporte militar C-17-cambiaron el panorama e hicieron elevar sus cotizaciones en un 80% a lo largo de 1995. Esta circunstancia ha ayudado a reequilibrar fuerzas y le ha permitido mejorar su posición en el proceso negociador previo al anuncio de la fusión.
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