Mitos terribles en Goya
El desdoblamiento de los mitos griegos en busca de realidades concretas ha interesado también a los artistas. Según ha investigado Nikos Hatzinikolaou, de la Universidad de Rethynmon, en Creta, la mitología no tiene ya en el siglo YAX la fuerza para responder a la realidad nueva creada en Europa. Resulta ejemplar la perspicacia de Goya, que abandonó la mitología en casos donde tenía ocasión de aprovecharla, como en La maja desnuda, que podría haber sido una Venus, pero que es una mujer desnuda, "y por este motivo la pintura fue considerada indecente y él perseguido por la Inquisición".Aunque sería en las pinturas negras, hechas para sí mismo en la Quinta del Sordo, donde Goya rompe con la convención tradicional, armoniosa y agradable, de la mitología, para adentrarse en un "realismo alucinante" a través de las figuras de las parcas y también a través de Saturno (Cronos en la mitología griega), explica Hatzinikolaou. "Este otro acercamiento a la mitología, a sus 75 años, contrasta con el muy anterior y convencional cuadro Amor y psique. En esas pinturas para su casa, Goya desata fuerzas incontrolables, poderosas y terribles".
La incapacidad de expresar a través de la mitología, en su concepción tradicional, las cosas del presente tiene otra cita ejemplar en Luces de bohemia, de Valle-Inclán, cuando, según recuerda el editor José Esteban, el personaje de Max Estrella "pasa a los héroes griegos por los espejos deformantes del callejón del Gato para dar como resultado el esperpento". En la misma línea, Ulises sena "el héroe más moderno de todo el repertorio helénico", explica el profesor de Fílosofía Griega de la Complutense Carlos García Gual: "Ulises no es un héroe de la fuerza, sino de la inteligencia y la astucia, un héroe moderno que representa al viajero, al exiliado, al aventurero mediterráneo. Leal a su patria pobre, Itaca, ya no quiere cambiar el mundo, sino simplemente sobrevivir".
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